ahob

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Aquel beso feroz fue cada vez en aumento. Ellos no pretendían ser delicados, esperaban este momento. Lo anhelaban.

Querían sentirse completamente.

Yoongi no quiso esperar demasiado e introdujo su lengua para intensificar aquel beso que los estaba enloqueciendo. Yoongi comenzó un camino de besos desde sus labios hasta llegar al cuello de su ángel, en donde sus dientes tomaron lugar en aquella piel, escasa de cualquier marca hasta ahora. Mordió hasta dejar marcas notablemente rojas.

"Que todos vean las marcas, para que sepan que me perteneces"

El peligris era un caos de gemidos, aquellas mordidas le estaban haciendo perder la cordura más rápido de lo que esperaba, pero le agradaba, aún más siendo consciente de la fuerza de aquellas mordidas.

"Márcame lo que quieras, mi amor. Con o sin ellas, soy tuyo."

Las manos frías del pelinegro se posaron bajo la camiseta del menor entre ambos, provocando sobre este, que se estremeciera por la temperatura que poseían las manos, pero fue lo de menos. Aquellas manos subieron por el abdomen del menor hasta llegar a uno de sus pezones, los cuales acarició de una forma lenta pero placentera, a lo que Jimin estaba deleitado, deleitado por la tortura de ese toque tan exquisito.

— Yoongi, por favor. — le dice el menor con su respiración bastante agitada.

— ¿Por favor, qué? — lo mira intimidante. La mano que anteriormente jugaba con sus sensibles pezones ahora bajaba lentamente hasta llegar a la orilla del pantalón de su hermoso angelito. — ¿Quieres algo, Jiminie? — el pelinegro jugaba con su orilla del pantalón bajándolo levemente. Jimin lo miro fijamente a los ojos, quienes mostraban una total lujuria al igual que los ojos de su amante.

— Quiero que me folles. — le dice con una gran sonrisa traviesa formada en sus labios.

— Quiero que supliques .— le susurra al oído mientras muerde suavemente su oreja.

— Por favor. — su voz fue una combinación de una voz dulce y una traviesa, una combinación que deleitó al mayor — Por favor, Yoonie. — la mano de Jimin recorrió todo el torso del pelinegro acariciando cada parte hasta llegar donde quería. — Tú lo deseas  tanto como yo. ¿Por qué te resistes?. — sus palabras eran lentas y seductores, dignas de un ser que lucía como un ángel por fuera, pero que era un demonio por dentro.

— Te estás metiendo en algo peligroso, pequeño. — la respiración del pelinegro se aceleraba cada vez más cuando la mano del menor hacia un vaivén en el duro miembro de Yoongi.

— ¿Y eso qué? ¿Tienes miedo? — aquello fue un desafío para el pelinegro.

— Tú te lo buscaste, pequeño. — le dice seductoramente. Jimin le sonrió de forma pícara, pero no esperaba que el pelinegro lo tomará con tanta sorpresa. En un momento a otro Jimin tenía su rostro pegado a la pared sintiendo como Yoongi bajaba rápidamente su pantalón blanco y quedando completamente a la disposición de él. — Si esperas compasión de mi parte estás equivocado. — Jimin respiró pesadamente cuando sintió esas palabras en su oído. El peligris emitió un grito ahogado cuando tuvo el miembro del mayor sin previo aviso y sin ninguna preparación anterior. — Eres un chico travieso, ¿no crees? No me gusta que me desafíen. — Yoongi empezó a moverse lentamente cuando el peligris ya no sentía dolor ni ardor, sino un gran placer, pero no el máximo. Necesito más.

— M-más rápido. — le pidió Jimin desesperado por la lentitud de los movimientos del pelinegro. Éste estaba consciente de su desesperación, pero le fascinaba tener a Jimin en su completa disposición y suplicándole por más y más.

Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora