naitin

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Hace unos cinco minutos, Yoongi estaba fuera de la puerta que lo separaba de Jungkook. Lo estaba pensando seriamente y de forma cuidadosa. No quería la ayuda de ese chico, no estaba dispuesto a trabajar con él. Tenia mucha seguridad de que podía salir todo exitosamente sin su ayuda.

Suspiro por quinta vez al mismo tiempo que movía su pie derecho con rapidez debido a su ansiedad. ¿Por qué Hoseok le pidió algo tan estúpido? Era claro que ambos hombres no podían convivir sin intentar acabar con la vida del otro, aunque esa era una descripción para el pelinegro, en cambio, Jungkook era un chico demasiado relajado y no tenia ningún cargo de consciencia por meterse en donde no debe. La presencia de Yoongi solo le dará diversión, ya que convivir con el mal humor del mayor lo hace divertido, en especial cuando puede sacarlo de quicio.

— ¿Piensas tocar la puerta? — dice Hoseok a su lado. — Debes ser consciente que cada minuto que pierdes aquí, Jimin debe estar siendo maltratado por Seong.

— Cierra la puta boca. — dice sin paciencia ni amabilidad. ¿Cómo va a trabajar con el hombre que sedujo por unos momentos a su chico? — Si estuvieras en mi situación... ¿Qué harías? Te recuerdo que Jungkook también tuvo a Taehyung en sus manos. — le recuerda con la intención de que lo comprendiera.

— Ese idiota también hizo lo mismo. — suspiro sin querer recordar ese desagradable momento. — Pero... ¿Sabes qué? Para salvar a la persona que más amo en el mundo seria capaz de trabajar con mi mayor enemigo. — le sinceró. — Deja tu puto orgullo y toca la jodida puerta. — dicho esto, Hoseok se aleja del pelinegro para dejarlo solo. Recordar ese momento también le hace querer volver a golpear al chico de brazo tatuado. Taehyung de vez en cuando era muy manipulable, además de que es muy travieso y provocador, unas características que comparte junto a Jimin, y claramente Jungkook se aprovecharía de ello con la idea de complacerse a sí mismo y obtener diversión con la ira de sus parejas. Cuando Hoseok encontró a Jungkook entre las piernas de Taehyung actúa con suma inconsciencia y lo que obtuvo Jungkook fue unas costillas rotas, un labio roto y muchos hematomas en el cuerpo. Fueron días de mucho dolor para Jungkook, pero como siempre, fue la consecuencia de su diversión y no tendría arrepentimiento por ello. Yoongi lo había dejado con menos daño, pero el disparo dado en su abdomen le hizo sacar un poco de tensión y enojo.

Todo sea por ti, mi pequeño ángel. 

— El mismísimo Min Yoongi. ¿Qué se te ofrece? — el chico se apoya en el marco de la puerta de su habitación mostrando su sonrisa al pelinegro pero no siendo correspondida.

— Necesito tu ayuda. — dice rápidamente evitando que su orgullo esta siendo roto poco a poco.

— El grandísimo Agust D está pidiendo mi ayuda. — dice con burla al escuchar el pedido del mayor. — Mmh no lo sé. — se cruza de brazos. — La herida de la bala aun me duele. — dice mientras acaricia la zona afectada. — ¿Debería ayudarte luego de que me dispararas? 

— Eso te pasa por meterte con "mi" chico. — dice sin gusto y cruzando de brazos al igual que el menor.

— Te informo que "tu" chico estuvo a favor y déjame decirte que estaba muy encantado. — las palabras eran solo para molestar y aumentar la ira de Yoongi.

— Una palabra más y la próxima bala hará un agujera en tu puta cabeza. — le amenaza.

— ¿Con esa amabilidad vienes a pedir ayuda? — le dice con sarcasmo para luego reír.  — No pienso hacer lo que sea que quieras. — la puerta de la habitación de Jungkook fue cerrada rápidamente dejando a Yoongi con la ira hasta las nubes.

Respira hondo. Relájate. Lo haces por Jimin.

— Por favor, necesito tu ayuda. — dice cuando la puerta es nuevamente abierta y su mirada va hacia el suelo suspirando por volver a sentir el vacío dentro de él. Necesitaba tener nuevamente a su pequeño. Levantó su mirada y observó seriamente a Jungkook. — Se llevaron a Jimin. No puedo llegar sin una preparación.

Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora