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— Así que eras un bailarín. — dice el pálido luego de un pequeño relato de la infancia y adolescencia del peligris. Había un momento de curiosidad relativamente pura, solo por saber de su vida.

— Sí, a veces pienso que pude haber estudiado danza. Era algo que me apasionaba hacer en mi día a día.

— No. — dijo el pelinegro cambiando su faceta tranquila a una muy seria.

— ¿Por qué no? — pregunta Jimin un poco sorprendido por el cambio tan repentino del pálido, más cuando no había mencionado nada que fuera irrespetuoso o para incomodarlo.

— Porque no te tendría aquí conmigo si fuera así. — todo se removió dentro del peligris con esas palabras concisas. Resultaba un tanto intrigante su interés.

Le importamos, no te das cuenta.

Jimin se removió otra vez en su lugar. Esa voz lo impacientaba y deseaba callarla, pero no podía.

— Bueno, pero aquí me tiene. — dice un poco intranquilo en su lugar.

En el menos tiempo que piensas, le perteneceremos y él a nosotros. Seremos increíbles.

— ¿Y cómo fue su infancia, hyung? — preguntó rápido el peligris para no prestar atención a la voz en su cabeza y poder centrarse en otra cosa.

— No es la gran maravilla. — dijo sin importancia Yoongi mientras levantaba sus hombros.

— ¿Era un niño travieso? — dice con gracia Jimin, sacándole una pequeña sonrisa al pálido.

— Tal vez. Solo depende en el sentido en que tomamos lo de "travieso".

— ¿En qué sentido lo toma usted? — Min Yoongi es el tipo de persona que intriga cada parte de Jimin, sobrepasa los límites de la curiosidad que posee. Es alguien tan misterioso que no puede evitar sentir su mayor intriga por conocer mas allá. Aunque era muy consciente que debía tener cuidado, la curiosidad que él siente no tiene ni una sola pisca de miedo, solo quiere saber más y más para impresionarse con el hombre que tenía en frente. Esta curiosidad era peligrosa.

—  Con travieso me refiero con asustar a los chicos de mi clase, excluirme yo mismo de los demás para planear alguna travesura para esos estúpidos niños que se atrevían a meterse conmigo. La escuela era aburrida, entonces debía conseguir la manera de hacerla entretenida. — ante aquellos recuerdos sonrió. Los recordaba perfectamente y seguían muy vivos en su memoria. — Que buenos tiempos.

— ¿Puedo preguntar algo solo curiosidad?

— Adelante. — dándole el permiso de preguntar a su antojo.

— ¿No dejó alguna novia por ahí? — apoyo sus codos sobre la mesa y puso su cabeza en sus manos pequeñas luciendo como un niño queriendo descubrir el mundo con sus preguntas.

— Eres bastante curioso, pequeño ángel. — el pálido se sorprendió por la pregunta, pero también le dio gracia.

— Así es. — dijo el peligris con tono aniñado provocando que las emociones del pelinegro se revolvieran. Tenía actitudes muy curiosas.

— No, no tuve ni dejé ninguna novia. — dio una pausa y miro al peligris como cada vez que lo miraba. — Pero si aventuras con una que otra mujer. Tal vez no eran mi preferencia, pero eran buenísimas en la cama. — dijo el pálido sin importancia, pero con gracia por la expresión de asombro de Jimin. — ¿Qué es lo que te sorprende?

— No piense que me sorprende que haya dicho que las mujeres son buenas en la cama, no es una opinión del otro mundo, pero que las mujeres no sean su preferencia significa que... ¿Le gustan los hombres?

Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora