-¡Aaah! -grite al sentir las piernas entumecidas -joder como duele.
Poe se río y terminando con lo suyo se hizo a un lado.
Ambos estábamos sudando y jadeando, pero yo más que él. El rubio me dejo cansada y él lucía tan fresco a diferencia de mí.
-Así pasa siempre la primera vez que lo haces conmigo.
Negué.
-No creo poder repetir. Estoy exhausta. -me tire al sofá tranquilizando mi respiración.
-¿Y cómo te sientes? ¿Te gustó? -pregunto alzando su ceja dorada.
-La verdad es que sí pero, por una semana estaré bien sin mover un solo pie.
-Te dije que una buena rutina de cardio te ayudaría a desestrezarte.
-Eres un entrenador exigente, no vuelvo a hacer ejercicio contigo. Las piernas me estan matando.
Era de mañana. La noche en casa de Poe la había pasado despierta con él hablando de nada y de todo un poco a la vez, tomamos después de bailar y reímos como locos por sus propuestas indecentes para probar su cama king-size. Me negue pero cuando el sueño comenzaba a vencerme no me quedo de otra que aceptar dormir con él, pues no me dejaría usar otra habitación y él tampoco se dignaría a dormir en una que no fuera la suya. No me importó, la cama tenía el espacio necesario para que cada uno estuviera comodo. Al despertar con uno de sus brazos envolviendo mi cuerpo, me pidió hacer ejercicio con él después de desayunar y ahora que habíamos terminado con la extensa rutina de cardio y fuerza, estabamos en la misma terraza esperando por el almuerzo.
La panza me gruñia en protesta por las energías gastadas pero la verdad me la estaba pasando bien.
-Señor -Dan su empleado llego arrastrando un carrito de servicio con el almuerzo de ambos. -Sus platillos.
-Gracias, Dan. Puedes retirarte.
Tome la ensalada y comence a picotear las verduras verdes con mi tenedor, realmente tenía hambre y por los hábitos alimenticios que mi madre me había inculcado sabía que lo primero en ingerir en un plato siempre eran los alimentos que me proporcionaran fibra.
-Señor, hablaron de la biblioteca central de Asfil preguntando si asistiría al evento por aniversario. -hablo el chico antes de irse -¿Confirmo?
Poe asintió metiéndose a la boca un trozo de carne
-Si, hazlo y diles que iré acompañado -eso último lo dijo mirando en mi dirección para después sonreirme.
Oh
-Así será. Con su permiso -y finalmente se retiro.
-¿Acompañado? ¿Por quién? -pregunte.
-Pastelito, el ejercicio te dejo el cerebro sobre la escaladora, ¿o qué? A veces no entiendes mis insinuaciones pero, no me molesta decirte que... Irás conmigo.
Un pedazo de lechuga se atoro en mi garganta por lo que tocí golpeando mi pecho.
-Espera, ¿qué? Creí que te referías a alguien más.
-No hay nadie más que deseé que me acompañé así que sientete afortunada, Padme.
Negue y antes de hablar bebí un poco de jugo.
-Ese debe ser un evento importante y yo, no soy propia, a demás no tengo ropa como para asistir a algo de esa magnitud.
Poe miro al cielo, alzo los brazos y le pidió paciencia a Dios.
-Mujer, mujer, mujer, ¿con quién crees que estás tratando? Si me lo pidieras yo bien podría ser tu cuenta de banco, pero no es necesario. Está tarde iremos a comprar ropa bonita, un traje para mi y algún vestido para ti que le diga a las demás mujeres que asistan que tu vas conmigo y a los hombres que se mueran de envidia.
-Eso sería demasiado.
-¿Acaso no te gustaría asistir a un evento así? -la verdad es que sí.
Asentí.
-Pero es que..
-Nada, Pastelito, ya esta decidio. Está tarde hacemos las compras y mañana seremos los reyes de ese evento.
Sonreí, después de todo no me quedaba de otra, pues prácticamente él me estaba obligando a hacer algo que yo quiero hacer.
-Bien. Tu ganas.
Después de tanta charla terminamos el almuerzo. Cada quien tomo un baño y como Poe lo dijo esa tarde fuimos a un pequeño centro comercial a las afueras de Asfil para comprar la ropa que usariamos.
-Y bien... ¿Qué tal este? -pregunto frente a un espejo.
Su reflejo dibujaba la figura de un hombre estilizado, varonil y a la vez le daba esa impresión en el rostro de peligro y misterio, lo cual sin duda atraían más hacía si.
-Todos -termine por decir -todos los trajes que te has probado se te ven bien-Poe sonrió con suficiencia y asintió.
-¿Y cuál te agrada más a ti? -mire las opciones de nuevo.
-El rojo.
-Ya escucho a mi Pastelito, nos llevamos el rojo. -el hombre accedió con una sonrisa en el rostro se llevo lo que el rubio pidió. -Ahora vamos por tu vestido.
Poe se vistió de nuevo como venía y salimos del lugar dirigiéndonos a una tienda de vestidos de gala.
-No puedo creer que vaya a dejar que mi amigo me compre un vestido más caro que todo mi closet.
-Padmesita, relajate y disfruta las compras. -él tomo mi mano y entrelazo sus dedos con los míos, no me incomodaba pero se sentía... Extraño. No estaba acostumbrada a recibir este tipo de trato, sin dudas con Damián no tenía ni tendría momentos así, así que aproveche lo que Poe, el chico más cercano a él me ofrecía.
-No puedes sacartelo de la cabeza, ¿cierto? -atino.
-Ya sabes.
-¿Te molesta que te lleve de la mano?
-No, por mi esta bien. Así las tipas que nos vean dejaran de desnudarte con la mirada -deje en claro -Lo cual no me molesta, solo me incomoda.
-Ah claro, la incomodidad -Poe se río y yo quise pellizcarlo.
Apenas y entramos y ya estaba enamorada de un par de vestidos de noche. Nunca había usado algo así. Seguro los ojos me brillaban porque Poe enseguida pidió que me llevaran esos vestidos al medidor.
-Pero... deben ser carisimos.
-Padme, ve y pruebatelos, escoges uno y ya está. -lo mire.
Y así lo hice. Salí del probador y cuando ví el rostro de Poe supe que tenía que hacerle caso y aceptar llevarme el bendito vestido que estaba dispuesto a pagar para mí.
-Madre mía -su boca formaba una o y yo... me sentía un tanto nerviosa -Definitivamente tienes que llevartelo.
-Lo sé -la tela roja se pegaba a mi cuerpo resaltando lo mejor de mí, me hacía sentir soñada.
-Nada vale más que verte con el puesto -él asintió y después de tantos halagos, pago y nos fuimos.
Esa tarde regrese feliz a casa, con un vestido nuevo y con Poe presumiendo a todo el que se cruzará en nuestro camino que yo sería su acompañante.
Esa sonrisa no la borro ni siquiera el hecho de haber visto a Damián con su, ¿novia? ¿amiga? En fin, los salude animadamente y eso fue lo mejor que pude hacer.
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Aaaaah :3 Poe y Padme tendrán algo parecido a una cita v: o no sé como llamarlo. Desde que desprrte esta mañana y me entere de lo de ATDMV no puedo estar más animada así que decidí actualizar :3
Ya saben. Por favor comenten y voten que así me motivo a darme prisa para seguir escribiendo 7u7 no es por nada pero esto se pondra bueno MUY PRONTO.
Así que nos estamos leyendo :D
Besos con sabor a Ambrosía.
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AMBROSÍA | Poe & Padme
Fanfiction¿Quién diría que caería en aquel encanto de cabello rubio? ¿Quién diría que aquella mirada maliciosa al final me haría temblar y no por temerle? ¿Quién diría que el mundo de los novenos me engancharía y no por la razón que me atrajo a el? Con Damián...