Y no había mejor placer que escuchar
sus gemidos llenos de suplica
que sentir la textura de la debilidad
en la boca, que saborear
su dolor y ser el último reflejo que sus ojos miraron.~Padme Gray.
El Pastelito estaba hambriento.
Demasiado.
—¡CÁLLATE! —le grite a mi presa.
Oh mi bella presa.
—N-no me hagas daño, por favor —sus ojos nublados en lágrimas.
Sonreí.
—¿Daño? Oh no, querida Mimi. Yo no te haré daño —me acerque a la chica.
Arrodilladome a la altura que se encontraba atada a un tronco.
Acaricié su mejilla, llenándo mis dedos del líquido salado de sus ojos.
—¿En serio? —pareció aliviada.
—¿Cuándo te he mentido?
Ella... su rostro palidece cuando me ve sonreír de aquella forma.
Podía verme a través de sus ojos.
Yo me veía hermosa.
—Usted... no es la misma, señorita Padme.
Deje de sonreír.
—¿No soy la misma? —una línea se formo en mis labios —¡NO SOY LA MISMA!
Mimi comenzó a llorar de nuevo.
—¡Eres una maldita, ruidosa! Ya veo a que se refería Damián con lo de hacer ruido.
Y entonces algo dentro de mi hizo clic.
¡Damián!
¿Dónde estaba él?
Lo extrañaba.
Me aleje de la chica un poco.
Lleve mis manos al pecho, aquel sentimiento volviendo a mi. Debía ser reprimido.
—Él dijo que vendría —hablo para mi misma —. No debe tardar.
Tiro de mi cabello ligeramente al sentirme desesperada.
Lo necesitaba para sentirme bien.
—¡DAMIÁN! —grite.
Camine en círculos y luego no sé qué más hice pero finalmente lo escuché a lo lejos.
—Padme —y luego no tan lejos —Aquí estoy.
—Mi amor —él acaricio mi rostro con sutileza.
Me perdí en el negro de su mirada.
—Te dije que vendría por ti —me recordó con una de sus sonrisas características. —Para siempre tuyo, ¿lo recuerdas?
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AMBROSÍA | Poe & Padme
Fanfiction¿Quién diría que caería en aquel encanto de cabello rubio? ¿Quién diría que aquella mirada maliciosa al final me haría temblar y no por temerle? ¿Quién diría que el mundo de los novenos me engancharía y no por la razón que me atrajo a el? Con Damián...