¿Quién diría que caería en aquel encanto de cabello rubio?
¿Quién diría que aquella mirada maliciosa al final me haría temblar y no por temerle?
¿Quién diría que el mundo de los novenos me engancharía y no por la razón que me atrajo a el?
Con Damián...
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1era parte
Poe
Llevarla a la locura
Eso quería y confiando en mis habilidades, me resultaba fácil hacerlo.
Su aroma lograba embriagarme a tal grado de conocerla más. Podía oler aún mejor.
Me tomaría mi tiempo. La disfrutaría con pausas, pues así era mejor.
Ella era como ese postre caro y que se servía en pequeñas porciones, todo con el fin de disfrutar cada uno de sus sabores y texturas complementados dentro de la boca.
Hmm
No dijimos nada. Al igual que yo, Padme lo quería. Estaba haciendo que me necesitara pero inevitablemente también comenzaba a necesitarla yo. No era algo que me preocupara, ella se merecía mi atención y si se lo preguntan, si, por ella pelearía. Por otra parte, entrar en conflicto con mi mejor amigo, hermano y quizá amor platónico por una mujer era un tanto arriesgado, pero la adrenalina y la locura me llevarían a hacerlo.
Pelearía por ella y ganaría.
Su mano tomó la mía y me guió escaleras arriba.
Las luces estaban encendidas y a su paso cada una iba siendo apagada.
Me encantaba la intimidad que reflejaba quería tener.
Entramos a su habitación y ella cerró la puerta para seguido ponerle el seguro. Observe cada uno de sus pasos. Mi vista viajo a sus piernas, en lo bien definidas que estaban, pues no es que eran con muslos muy grandes pero si que había carne y a mi la carne me vuelve loco.
Mordí mi labio interno y decidí tomar asiento en la orilla de su cama. Padme se situó no muy lejos de mi, pero, tampoco cerca, solo lo suficiente para que pudiera observarla.
Ella quería ser observada.
Devorada por mi mirada y yo encantado en comérmela.
Suspire y le regale una sonrisa. Sus pies temblaban haciendo que eso la hiciera ver insegura.
Uff
Para mi buen gusto eso me ponía duro.
-Tengo una petición -hable con un tono de voz ronco. Funcionaba en casos así si quería que me obedecierá indudablemente y a la vez la lograría prender -. Quiero que te desnudes para mi.
