Final

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31

Poe


Estaba claro que sabía a quién se refería Padme.

Me tense apenas y ella dijo su nombre.

Melina.

Por lo que sabía, ella tenía una pequeña gran obsesión por Damián, para variar.

Y bueno, también estaba claro que la manera en como había actuado era en una muy desesperada para llamar su atención.

Grave error.

Quería venganza.

Así como Damián había acabado con la vida de su ex-pareja, ella quería terminar con Padme.

Melina debía saber que ahora que estaba conmigo las cosas no serían tan sencillas como clavarle una daga en el pecho a Padme, y en medidas desesperadas actuó así, porque yo nunca hubiera permitido que se acercará a ella.

Aunque debo admitir que me descolocaba el no haberme percatado de ese detalle mucho antes, y así haberlo evitado.

Y siendo metodicos, buscando una explicación de todo lo que esa loca había armado, llegaba a la conclusión de: Querer desatar la guerra.

No solo con Damián, no solo conmigo o la manada. Era algo que iba más allá y si no la deteníamos quizá la realidad no estuviera tan alejada.

—¿Cómo sabes que fue ella? —le pregunté a mi novia.

Ella me miró por un momento breve antes de suspirar cansada.

—Lo recordé cuando... estaba luchando.

—¿Por qué no lo dijiste antes?

—Era en lo que menos podía pensar, sentía que me estaba muriendo. —asentí comprendiendo.

—¿Qué recordaste exactamente? 

—La noche que estábamos en el bosque... Yo me aleje porque —un rubor se instalo en sus mejillas —. Porque quería que tú me encontrarás y así tener un tiempo a solas pero, ella y sus amigas me encontraron antes. Me sometieron y... Ella me inyectó justo al lado del cuello, luego repitió unas palabras.

—¿Qué palabras?

—Que ella me había creado y que debía obedecer sus pensamientos.

—¿Creo un lazo contigo? —tire un poco de mi cabello. Tenso.

—Eso creo.

—Padme —comencé —. Todo lo que me decías sobre Damián, ¿era cierto?

Ella nego bajando la mirada.

Era de suponerse, esa loca había pensado en todo. Ponerme en contra de mi mejor amigo, por si las cosas con Padme salían mal y ella no lo matará, lo matará yo.

La idea me hacía querer matarla a ella.

—No, eran cosas que... Sucesos que mi mente máquinaba, pero ahora comprendo que eran implantados.

AMBROSÍA | Poe & Padme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora