Deseos de Hielo (Hielo II) [Editando]

d i e c i o c h o - De vuelta al hielo

Una ligera música de fondo comienza captando la atención del público. Lina se acerca, arrastrada por Liam, hasta el micrófono. La audiencia se emociona y aplaude al verla. Nosotras aplaudimos, en silencio. He perdido el habla y siento mi corazón latir a mil por hora. Pero Lina luce un bonito vestido de color verde pistache con toques morados que le llega hasta la rodillas. Parece una muñeca de porcelana, saludando como la reina de un desfile. Al llegar al micrófono, increíblemente de se pone de pie con la ayuda de Liam. Todo el mundo aplaude y, con mi boca abierta, empiezo a dar saltitos y gritar.
-¡Buenas tardes!- grita y todo el público se aviva más. Sonrío y siento una mano en el hombro. Me doy la media vuelta y me encuentro con Peter en un traje azul rey. Había olvidado que será de los entrevistados por estar cerca de los participantes del festival.
-Luces muy guapo- le digo. El sonríe y me mira.
-Lamento no poder decir lo mismo, pero no veo tu traje-. Río por lo bajo.
-Es... De esperarse. Ya sabes, Britney...-. Peter asiente.
-Quería desearte buena suerte. A todos de hecho. ¡Que les vaya muy bien!-. Todos voltean y comienzan a decir gracias al mismo tiempo y de diferente manera. Se me acerca y me susurra al oído: -Gana Sort. Tengo asuntos que arreglar contigo-. Sonrío con mi boca abierta y el me guiña un ojo antes de irse. Fernando y Claudia se me acercan con un par de aretes. "Momento tierno en el que a Britney se le olvida algo y mis mejores amigos lo recuerdan".
-No sabes cuanto me emociona verte patinar por fin- dice Fernando mientras Claudia me pone los aretes en forma de lágrimas.
-Creí que ya me habías visto antes-.
-Oh, ya lo he hecho, pero nunca en vivo-. El me guiña un ojo y yo sonrío.
-Así que, si escuchas a gente gritar como el día de año nuevo cuando pasaron a cantar- Claudia se ríe un poco antes de continuar -Somos nosotros-. Río y ambos me abrazan. -Gana querida- dice. Les guiño un ojo y ellos se alejan. Suspiro mientras Michael viene a mi lado.
-¡Escuchen! Debemos ir a la pista ahora. Por favor pónganse en los lugares ensayados y mucha suerte a todos- dice con su voz de entrenador. Madison y Karla se me abalanzan encima y, literalmente, me estrangulan. Vanessa me da un besito en la mejilla. Y entonces me quito la capa negra que Britney me puso. Mi madre se me acerca y por fin admiro el traje que llevo puesto: Un traje de una pieza de piel café y roja de mangas largas con bolsillos miniatura en el pecho y estrellas en las rodillas.Tal vez eso explica porque me dieron unas botas de vaquera como patines de hielo.
-Suerte cariño- dice y me da un beso en la frente. La abrazo y me separo de ella para entrar a la pista a oscuras. Elliot y Christian pasan a mi lado y alzan los puños en señal de aprobación. Yo hago lo mismo. Estrella y Karla se ponen a mi lado y suspiran. Las luces se apagan.
-Por primera vez, hemos reunido a los mejores patinadores del mundo para una fusión explosiva, pasional y muy, muy divertida. La adrenalina que nos hicieron sentir años atrás volverá con una explosión de sentimientos. ¡Sin más, me complace a todos inaugurar el primer festival de patinaje artístico Ice Wishes!-. Todo el mundo aplaude, pero apenas lo escucho con el latido de mi corazón en las orejas y garganta. Miro el hielo y caigo en la cuenta de que estoy a punto de patinar oficialmente de nuevo después del Campeonato. ¿Y si me caigo? ¿Y si algo sale mal? Antes, me sentía nerviosa por arruinarlo, ahora podía arruinar también a Michael. Suspiro. -¡Y que todos sus deseos se hagan realidad!- grita Lina y, junto con Liam, corta un listón rojo. Las luces se prenden y la música empieza.

Salimos disparados hacia el centro de la pista, bailando cono si fuéramos vaqueros. Me da un ataque de risa, y la dejo salir, porque sé que no me pueden regañar. Las mujeres de un lado y los hombres de otro. Pasan varios segundos antes de que Michael y yo nos tomemos de la mano como las demás parejas y comencemos a desfilar una por una. Es raro como todo el mundo nos aplaude e incluso nos gritan antes de que regresemos a nuestros lugares. Pronto, nos acomodamos casi en el centro de la pista y comenzamos a bailar. Me muerdo el labio para no reírme mientras hacemos una coreografía completamente texana. Cuando por fin llega el coro, nos separamos para que cada uno haga lo que sabe hacer. Había olvidado pensar en que trucos haría, así que sólo se hace ocurre hacer un bucle picado y un triple. Patino derecho, como Michael me enseño y hago una pirueta baja antes de patinar con un pie casi en mi cabeza. Doy un salto y me acomodo en mi fila. Por suerte, recuerdo la coreografía, que sólo consiste en mover los brazos y unas que otras vueltas. Algunos segundos después, me fila se deshace y me acomodo en algún lado de la pista para comenzar a dar vueltas. Todo se vuelve borroso, y tengo que contar hasta diez para no marearme. Cuando por fin dejo de girar, me acerco a Michael y nos tomamos de la mano. Cuando termino de contar hasta tres, ambos damos una vuelta y, por algún truco raro que le enseñaron, terminó en sus brazos y salto, como si estuviera acostada en el aire y después terminó en sus brazos de nuevo, abrazada. "Y ante ustedes, señoras y señores, la parte que a NADIE le gusta". Comenzamos a hacer trucos al mismo tiempo: Bucles picados, piruetas bajas, saltos... Me toma de las manos y me dejo volar mientras me elevo al aire y el da vueltas. Me suelta y hago un bucle picado. Estoy en la orilla de la pista, y ¿Verónica? Y Vanessa están a mi lado. Patinamos hacia atrás y damos vueltas en una pierna antes de que las siguientes tres chicas hagan lo mismo. Después, patino junto Elliot y Christian y hacemos un Banana Split (idea de Lina). Los siguientes lo hacen mientras me acerco de Michael de nuevo. Para cuando el coro está de nuevo, nos ponemos a bailar una coreografía que juntos hicimos. Cuando la gente comienza a aplaudir, nos ponemos de nuevo en hombres y mujeres y comenzamos a hacer la "coreografía desafiante" donde los hombres y las mujeres parecen competir por saber quien es el mejor. Eso me da mucha risa, y a pesar del miedo, no me equivocó. Me arde la garganta, pero me acomodo en mi lugar con Michael y las parejas comienzan a desfilar de nuevo. El tiempo se transcurre volando y los aplausos son como aire fresco y ganas de seguir. Quedar a la orilla de la pista cuando termina la canción y en los hombros de Michael no es exactamente lo que esperaba, pero sonrío de todas formas. Las ráfagas de enormes aplausos, gritos y carteles me consuelan.