Deseos de Hielo (Hielo II) [Editando]

v e i n t i s é i s - ¡Bien hecho Mía!

-¿Qué? ¡No! Por supuesto que no. ¿Porqué lo preguntas?-.
-Porque viniste a mi habitación para hablar de él sabiendo que a mi me cae mal y que no puedes hablar con Mía porque es su novia y si se lo dices a Fernando se lo va a decir y no tienes la suficiente confianza en los demás. Oh, y acudiste a mí, siendo yo el que tengo un historial amoroso más estúpido que todos juntos-. ¿Yo acabo de decir eso? Dios, debo de volverme poeta, escritor o algo por el estilo. Claudia se cruzo de brazos.
-Eso no significa que me guste-.
-Yo vi como te brillaron los ojos cuando lo conociste-. Arqueo una ceja. He ganado.
-Fue sólo físico, ya no me gusta-.
-Oh, claro. Y esto es una novela de Wattpad-. Claudia abre los ojos como platos.
-¿Lees Wattpad?-. Ups.
-No-. Claudia se echa a reír y a los pocos segundos, yo la acompaño. Sí, que vergüenza admitirlo.
-¡Eres increíble! Pero no me gusta-. Me pongo de pie y me tuerzo los dedos.
-Como digas. Debo tomar un baño y alistarme para la fiesta. Pero debes pensar bien en lo que dices-. Arqueo las cejas pícaramente y entro al baño. Pero que amigos se ha conseguido Mía. Además de un futuro esposo que lee Wattpad, por Dios.

MÍA

Termino de alisarme el cabello. Es la hora de la fiesta "pequeña" de Karla, y yo estoy aquí, esperando a que Claudia regrese de no se dónde. Fernando se quedó dormido hace unos minutos con su smoking ya puesto. Me miro. Un vestido morado no está tan mal, pero sigue sin convencerme. "El anillo de Michael quedaría perfecto". Fulmino con la mirada al espejo y salgo del baño cuando escucho la puerta abrirse.
-¡Hey! Hasta que vuelves. ¿Tú crees que...?-. Claudia interrumpe mi pregunta cerrando de un portazo y despertando a Fernando.
-No te enojes- le dice. Su hermana lo fulmina con la mirada y él esconde su cara detrás de una almohada.
-Ajá... Decía que si crees que me veo bien-.
-No sé. Tal vez deberías preguntárselo a Peter-. Oye no. Perdóname pero no.
-¿Qué te sucede? Si te lo pregunto a ti es por algo-. Ella suspira.
-Tienes razón, lo siento. Te ves... Bien. Pero te quedaría bien ese anillo azul que usabas en Boston. ¿Lo tienes?-. ¿Qué tiene hoy el mundo que quiere mi, no, el anillo de Michael?
-Lo olvidé en casa, tragedia total. En fin, ¿dónde estabas?-. Claudia se queda callada y se va al baño a checar que su cabello siga en perfectas condiciones. Y eso no es bueno.
-Claudia. ¿Dónde estabas?- repito mientras me siento en la cama. Fernando se quita la almohada.
-Responde hermana-.
-Estaba... Charlando. Con alguien. Un amigo-. Fernando se echa a reír.
-¡Mi hermana tiene un amigo! Dios bendito. Espera, ¿hablamos sólo de amigos, verdad?-.
-Por supuesto. Nunca me enamoraría de ese chico, ya está apartado-. Me mira.
-¿Estabas hablando con Peter?-. Ella bufa.
-No. Hablaba con Michael-. "¿Qué dijo?"
-¿Michael?- decimos Fernando y yo al unísono. Me pongo de pie.
-¿Qué hablabas con Michael?-.
-Cosas. Es mi amigo ahora-.
-¿Desde cuando?- interrumpe Fernando.
-Desde que hicimos misión imposible en el festival. No sean paranoicos-.
-¿Porqué dijiste que estaba apartado?-.
-Porque lo está. Al menos él se considera así-. Arqueo una ceja.
-¿Y que es tan importante como para que lo hables con Michael y no conmigo o simplemente con tu hermano?-.
-Cosas, Mía. ¿Entienden? C-O-S-A-S. Privadas. Ahora, vámonos. No quiero llegar tarde-.
-No pienso irme hasta que me digas que hablabas con el tipo que le rompió el corazón a tú mejor amiga-.
-Pues no vayas. Por mi, mejor-. Fernando hace una mueca y yo me acerco a Claudia, impidiéndole el paso a la puerta.
-Déjame pasar-.
-No-.
-¡Déjame pasar!-.
-¿Me vas a decir que hablabas con él?-. Claudia rechino los dientes.
-¡Está bien! ¿Quieren saber? Se los voy a decir. Hablamos de ti Mía. Ambos creemos que Peter no es el chico que quieres. Y no lo digo porque quieras a Michael, al contrario, creemos que sólo buscas consuelo de algo. Oh, y yo le dije que creo que estás cometiendo un error. Michael ya cambió. Yo lo vi, conocí su lado malo gracias a ti, pero ahora es otro, tanto que puedo hablar con él sin golpearlo. Él te quiere y tú lo quieres a él. Acéptalo-. Sin duda debía de estar soñando. Porque mi mejor amiga, mi Claudia no me diría eso. JAMÁS. Fernando se pone de pie.
-Tú no opinabas eso cuando llegamos acá-.
-No conocía a nadie para ese entonces, pero ya conozco y cambié de opinión-. Fernando entrecierra los ojos durante varios segundos y examina a su hermana.
-Ya sé lo que tienes-.
-¿Qué?-.
-Tú no opinabas eso de Michael cuando llegamos aquí. Pero tampoco pensabas así de Peter. Creías que era el chico ideal para Mía y ahora crees que lo está usando. Como si quisieras que Peter y Mía se separan de repente aunque nada ha arruinado su relación. Claudia, a ti te gusta Peter-. "Eso no es cierto. Es mi mejor amiga, no haría algo así. ¿O si?". Claudia se queda callada, confirmando mi sospecha. Resoplo y los hermanos me miran.
-¿Es cierto? ¿Te gusta mi novio?-. Claudia piensa antes de responder.
-No es... Sí. Y lo hable con Michael porque no podía decírtelo a ti. Y si se lo decía a Fer te lo iba a decir a ti. Y no confío en nadie más-.
-¿Sabes que no me iba a enojar? Te iba a comprender.. Quiero decir, ya pase una vez por eso. Mi mejor amigo se enamoro de mi. ¿Y no confías en que lo voy a entender?-. Voy a llorar. Y no quiero. Me muerdo el labio y salgo de la habitación, dando un portazo. A la mierda los amigos. "Bien hecho Mía".