Deseos de Hielo (Hielo II) [Editando]

v e i n t i s i e t e - Pre-guerra

Abro los ojos. ¿Me he quedado dormida? Dios, eso se volverá costumbre. Me tallo los ojos y me doy cuenta que Peter no está a mi lado. Madison tampoco. Del otro lado del pasillo, Christian y Elliot duermen. Christian está recargado en la ventana y Elliot en él. Y roncan. "Que tiernos". Sonrió. El asiento de Vanessa está vacío; así que me desabrocho el cinturón y me pongo de pie. Detrás de mi, Estrella duerme y mis padres miran una película. Miro hacia delante, lo cual hace que me duela el cuello; para mi suerte, Claudia, Fernando y Esteban están despiertos y charlando.
-Ya te amaneció- dice Claudia al verme. Le sonrío.
-¿Alguien sabe que fue de los chicos?-.
-Tal vez están en la sala. ¿Sabías que hay un bar-sala? Es increíble-. A Fernando se le iluminan los ojos.
-¿Y... Dónde está eso?-. Esteban se pone de pie y se estira.
-Te llevo-.

Pasamos por varios pasillos hasta dar con una puerta de cristal que se desliza. Esteban me deja pasar, pero me encuentro con una Madison y una Vanessa bailando ¿cumbia? ¿Reggae? Arqueo una ceja. Esteban comienza a reír por lo bajo hasta que Madison y Vanessa son miran y se sientan, avergonzadas.
-Mía... Ya te amaneció-. Asiento.
-Creo que sigo soñando-.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí Esteban?-. Madison esconde su cara entre las manos.
-Lo importante es que bailas bien. Me gusta-. Madison alza y su cara y Esteban le guiña un ojo. "M.U.E.R.O."
-¿Dónde está Peter?-.
-En el baño-. Vanessa señala con los ojos.
-Bueno, volveré con mi hermana. Adiós chicas, guapas-. Gente que sabe como hacerte sentir bien y Esteban Valeal.
-Madison, cariño. Estás roja como los jitomates que Karla compra-. Vanessa se echa a reír y mi amiga esconde la cara entre sus manos.
-Es que le gusta Esteban- dice Peter, entrando al bar-sala.
-A Christian no le gusta esto- digo, negando con una sonrisa.
-A todas nos gusta Esteban. Es como... Un crush-. Vanessa se pone a jugar con su cabello. Peter me mira.
-¿Es eso cierto querida?-. Sonrió inocentemente.

Vanessa abre la puerta de nuestro departamento, dejando las paredes blancas al descubierto. Siento un nudo en la garganta mientras entro y miro. Todo sigue igual. La sala, con los colores y la mesa de cristal donde hay fotos de nosotras. La pequeña cantina con las copa colgando. Y el ventanal. El hermoso y perfecto ventanal que refleja Nueva York. Suspiro y sonrió para no llorar. Le había prometido a Peter no llorar.
-Wow- dice Claudia, mirando el ventanal.
-Y el armario no lo has visto-. Karla arquea las cejas pícaramente. Fernando y Peter entornan los ojos y salen para ir al cuarto de juegos.
-Creí que nunca llegarían, por el amor de Dios-. Sara sale de nuestro cuarto con una sonrisa.
-¡Por fin!- grito al verla y le doy un abrazo enorme. A ella si la puedo ahorcar.
-Basta de sentimentalismo. Exijo ver su cuarto. Claudia no es la única-. Las Niph cierran la puerta.
-¿Cómo llegaron aquí?-.
-Somos las Niph, por el amor de Dios-.
-Por acá señoritas-. Sara comienza a caminar y todas lo seguimos. Un cuarto como el de mis sueños está ahí. Las sábanas están cambiadas. La cama de Vanessa es roja, la de Madison blanca, Karla verde limón y la mía azul oscuro. Intacta, con la almohada de 'Miachel' en el centro.
Tantos recuerdos de esa almohada.
-Que hermoso- dice Claudia. Las hermanas saltan a las camas, desacomodándolas y fingiendo dormir. Isabella toma la almohada.
-¿Tan cursis eran?-. Asiento lentamente y ella se encoge de hombros antes de aventarla por los aire con las almohadas y comenzar a saltar.
-Dios mío- dice Claudia desde el clóset. Lo miro. Sigue intacto, excepto por el vacío que hay de mi lado.
-Ahora- dice Karla sacando cosas de mi maleta. -Este espacio ya no estará vacío-. Vanessa cuelga el vestido que usaré para la boda y lo admira. Cada vez me arrepiento más de haberme ido de Nueva York.
-Bueno, ya me emocioné. Vámonos-. Nicole comienza a salir y todas la siguen.
-¿A dónde vamos?- pregunto.
-No soy la única persona que quiere ir a Ice Dreams-.

Peter paga el taxi de donde bajamos. Stephie paga el de sus hermanas y los hermanos Krew. Estamos en frente del local, que tiene las luces apagadas y las puertas cerradas. Aunque la puerta trasera está abierta. El sol me da en la cara mientras cruzamos el estacionamiento vacío. Recuerdo que una vez estaba investigando sobre Sara justo aquí. Ahora es mi hermana sin ningún secreto. Nicole abre la puerta y suelta un gritito de emoción antes de entrar.
-Todo va a estar bien- dice Peter tomándome de la mano. Se la aprieto fuertemente.