c u a r e n t a y o c h o - Destino (Maratón 1/3)

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Recargo el trofeo en la barandilla con las esperanzas de que no caiga al suelo y tal vez se haga pedazos ahora que mis manos tiemblan. Puedo escuchar mi corazón en las orejas.

—¿Te comieron la lengua los ratones vainilla? Eso no es común en ti—. Michael sonríe de lado mientras se recarga en el marco. Doy un paso hacia atrás.

—¿Cómo...cómo llegaste aquí?— escupo. Mi voz suena ahogada. El sonido de un coche me informa que Lina y los Larsh están aquí.

—Oh, nada fuera de lo común. Un buen día llegaba de hacer mis cosas y encontré esto— saca un papel de su bolsillo—. En mi correspondencia—. Agita el papel y después me mira a los ojos. —¿Cómo era mi voz cuando la imaginabas?—.

—¿A qué te refieres?— digo, sintiendo como me sonrojo. Quisiera ocultar mi cara entre las manos.

Sin decirme nada, el chico extiende su mano, invitándome a que tome el papel. Lo hago, con la mano temblorosa y cuando por fin lo tomo, lo abro casi a toda prisa. Mi letra medio fea deslumbra describiendo cosas que me hubiera gustado decirle en voz alta.

—¿Cómo llegó....?— comienzo, pero al oír la risa de Lina, Rebecca y Trevor, me detengo para recordar cosas.

*FLASHBACK*

¿Qué escribes querida?— había preguntado Jorge. En ese momento, me quité el rímel corrido de la cara e hice bola la hoja de papel.

—Tonterías— le respondí mientras iba a la puerta abierta y tiraba el papel en la basura. Acto seguido, cerré la bolsa y me dispuse a sacarla. Lina me detuvo.

Yo lo haré. La tomo y sonrío. No tendré muchas posibilidades de hacerlo en el futuro dijo y se echó a reír. Unos segundos después nosotros la acompañamos.

—Oh por Dios— digo mientras pongo el trofeo en el suelo. Debe de estar más seguro ahí. Me llevo las manos a la cara.

Lina envío la carta. Debió de sacarla de la basura, leerla y enviarla a Nueva York. ¿Por qué lo hizo? ¿No sabía las repercusiones que eso podía tener? ¿Estuvo consciente de que era muy probable de que Michael tirará esa carta en cuanto la leyera?

—Mía—. Michael ha dicho mi nombre. Algo que tantas veces he imaginado acaba de suceder hace unos cuantos segundos. Entonces, decido mirarlo a los ojos.

Mi memoria no le hizo justicia. Se ha cortado un poco el cabello pero tiene unos toques de barba de algunos días. Luce su traje de entrenador: todo de negro. Usa tenis, cosa que nunca había visto. Sus ojos siguen matándome como las primeras veces que comencé a soñar con él de nuevo.

—¿Por qué me escribiste todo esto? ¿Por qué no me lo dijiste en persona?—. Niego con la cabeza.

—Yo no... Yo no tenía intención de que eso llegará a tus manos. Lo tiré a la basura... Lina debió sacarlo de ahí—.

—¿Tiraste esto a la basura?— parece ofendido. —¿Por qué tirar tus sentimientos a la basura?—.

—Porque no tenía sentido. Tenía planes aquí. Y todos estaban en Nueva York, sin hablarme; y les estaba yendo de maravilla.... Te estaba yendo de maravilla con la banda y los niños y...—.

—Espera— me interrumpe. —¿Cómo sabes lo de los niños?—. Me muerdo el labio. Victoria y Edward no debieron de decirles que estaban en contacto conmigo.

—Lo vi en las noticias— digo sin pensar. Decido desviar la mirada y recargarme en la barandilla.

—No hay nada en las noticias sobre la banda—.

Deseos de Hielo (Hielo II) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora