Me siento en mi lugar en aquel avión. Zabdiel guarda las maletas de mano en el compartimiento que está arriba de nosotros. El vuelo está algo vacío, lo cual lo hace más tranquilo y menos pesado. Nos aguardaba un largo camino hasta Padua, Italia nuevamente, después de estar alrededor de un mes y medio en Manhattan. No sé si la decisión que he tomado sea la correcta, pero espero que funcione.
Suelto un largo suspiro y Zabdiel me mira con una sonrisa.
—¿En qué tanto piensas? —me pregunta, entre lazando nuestras manos.
—En todo y en nada. —confieso. —Me aterra pensar en que seré mamá. No quiero ser una mala madre.
Me coloco el cinturón y la aeromoza comienza a darnos indicaciones. La atención de Zabdiel se divide entre escuchar a la mujer y responderme.
—Lo vas a hacer excelente y contarás con todo mi apoyo, siempre voy a estar para ti. —me dice, dejando un beso en mi frente, para después el avión despegar.
[>>>]
Muchas, muchas, pero muchas horas después, llegamos al departamento de Zabdiel.
Su amiga nos espera con Shawn y Appa, los cuales, al vernos, corren y se frotan contra nuestros pies. Cargo mis maletas y las dejo en la sala, para después tirarme exhausta sobre el sofá para recuperar el aliento.
—Grazie per esserti preso cura dei miei gatti (Gracias por cuidar a mis gatos) —le dice a su amiga, pero yo no tengo ni la menor idea de que es lo que está diciendo realmente.
Ella igualmente le responde en italiano y después se despide de mí y le devuelvo el gesto del movimiento de la mano y una sonrisa.
—Se que estas muy cansada, pero conseguí una cita con el mejor ginecólogo de Padua para que te revise. —me dice, mis ojos se abren de asombro. — Es en dos horas. —añade, mirando la hora en su reloj de mano.
—¡Vaya! Te has tomado la libertad de decidir por mí. —respondo con recelo.
Se que lo hace de buena fe, pero debió consultármelo antes de sacar una cita médica. Había pensado en hacerla en algunos días más cuando Christopher pueda venir y estar presente. Pero al parecer, las cosas no serán asi.
—Lo siento por no decírtelo antes, solo que tengo muchas cosas en la cabeza y lo olvidé. —responde, encogiéndose de hombros y restándole importancia.
Ruedo los ojos molesta y me voy al baño para darme una ducha y estar lista para ir a la dichosa cita.
[>>>]
—Señora De Jesús. —Llama una enfermera, mientras sostiene unas hojas y mira en todas las direcciones.
Estoy en el teléfono chateando con Joel, mientras Zabdiel clava su mirada en mí, como si estuviera esperando algo de mi parte.
—¿Qué? —le pregunto a mi acompañante.
—Te están llamando. —me dice. —Es ella, ya va. —le responde a la enfermera.
¿Señora De Jesús? ¿Acaso me casé con Zabdiel y lo olvidé? Lo miro con los ojos entre cerrados y niego lentamente. Zabdiel me da una sonrisa inocente y me toma de la mano para entrar al consultorio detrás de la enfermera.
La enfermera nos indica que tomemos asiento y al poco tiempo entra un hombre con una bata y se sienta detrás del escritorio.
—Buenas tardes, señor y señora De Jesús. —nos saluda en español, pero con acento italiano.
Cada que escucho que me llaman por el apellido de Zabdiel, siento una incomodidad y quiero salir corriendo de aquí.
—Buenas tardes. —le devuelve el saludo Zabdiel y estrechan las manos. Yo solo le doy una sonrisa de boca cerrada al médico.
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Siempre Fuiste Tú #2 |C.V| TERMINADA
FanfictionLIBRO II Después de que el secreto que guardaban Christopher y Joel, saliera a la luz, Natalia decide irse lejos de los problemas al otro lado del mundo. Para sorpresa de ella, el destino la vuelve a juntar con la persona con la que alguna vez tuvo...