🧦undici🧦

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—Te dije que te mantuvieras lejos de esta habitación —dijo Vlad cuando le trajo comida.

Thomas agarró la bandeja e ignoró sus palabras. En los últimos seis días, desde que Dylan se había ido, había perfeccionado el arte de ignorar al jefe de seguridad de Dylan. No era difícil. No sabía qué le habría dicho Dylan a Vlad, pero últimamente el musculoso rubio apenas se atrevía a mirarlo cuando le traía la comida. Era algo gracioso cuan cuidadosamente Vlad evitaba todo contacto visual. Contrastaba muchísimo con la forma en que se había comportado anteriormente: la mirada en los ojos de Vlad había provocado que Thomas se sintiera incómodo cada vez que Vlad lo había visitado. Ahora el tipo apenas miraba en su dirección, incluso cuando se irritaba y regañaba a Thomas por alguna cosa.

—Se enojará si regresa y te encuentra aquí —Vlad insistió.

Thomas encogió los hombros.

—Entonces debió haber bloqueado el acceso a la habitación desde mi lado —dijo, encendiendo el televisor y poniéndose cómodo contra las almohadas. La televisión era el principal motivo por el que había estado pasando más tiempo aquí que en su propio cuarto, eligiendo ignorar la desaprobación de Vlad cuando lo descubrió por primera vez en el dormitorio de Dylan hace varios días.

Aunque la mayoría de los canales fueran rusos, resultaba un alivio tener algo para alejar su mente de la situación en la que estaba... y el aburrimiento que carcomía sus sentidos. Thomas era una persona social. Nunca había sido demasiado bueno para entretenerse por su cuenta, y aquí nada sucedía. En ocasiones veía a los guardias riéndose, bebiendo e intercambiando bromas sucias en el patio trasero. A veces escuchaba sonidos lejanos de canciones y risas de borrachos a través de la puerta.

Parecía que con el jefe fuera, los hombres de Dylan se volvían mucho más relajados e indisciplinados. Nunca se comportaban de esa manera cuando Dylan estaba en la casa. Thomas estaba seguro de que si no estuviera encerrado, podría haberse escapado sin que lo notaran.

Podría haberse escapado.

—No se supone que estés aquí —dijo Vlad.

Thomas se sirvió algo de café y lo probó, estudiando a Vlad por sobre el borde de la taza. Sabía que Vlad lo deseaba; lo había notado desde el primer día. Estaba bastante seguro de que Vlad era un homosexual latente. Consideró la idea de utilizar a Vlad para escapar, pero la idea de seducirlo le revolvía el estómago. No podría hacerlo. No solo porque no se sentía atraído por el tipo en lo más mínimo, sino también que se sentía inseguro ante él. A diferencia de Dylan, Vlad podía ser violento sin ningún motivo.

Thomas recordaba el brillo sádico en sus ojos mientras Vlad miraba cómo sus guardias lo golpeaban. Debía ser cuidadoso.

—Estoy bastante seguro de que eres tú quien no debería estar aquí —dijo Thomas con calma—. Se supone que deberías traer mi comida e irte. Tu jefe no estaría complacido al saber que estás desobedeciendo sus órdenes.

No podría negar que se sintiera bien saber que las órdenes de Dylan lo protegían. Obviamente, Dylan tenía otros motivos para darle esas órdenes pero, aun así, Vlad no podía de hecho hacerle nada. Y Ambos lo sabían. Vlad frunció el ceño y salió disparado, murmurando en ruso sobre cuanto Thomas iba a arrepentirse una vez que Dylan volviera.

Thomas se mordió el labio. A decir verdad, no estaba demasiado seguro de que Vlad estuviera equivocado. Estrictamente hablando, Dylan no le había permitido explícitamente pasar tiempo en su habitación. Dylan simplemente lo había dejado en este cuarto después de...

Suspirando, Thomas bajó la taza y empezó a hacer zapping por los distintos canales, intentando ignorar el sentimiento de inquietud bajo la piel. El tiempo pasaba tan lentamente. Era miércoles; Dylan no debía regresar hasta mañana, y Thomas se sentía picado por la impaciencia. Solo era... que se sentía como atrapado en el limbo, esperando cualquier noticia del mundo exterior. Ya habían pasado casi tres semanas desde su secuestro, y él tenía muchísimas preguntas y ninguna respuesta. Se seguía preguntando qué estaría pasando con su familia y amigos. Estaba preocupado por Jack: su amigo estaba demasiado deprimido para quedarse solo por tanto tiempo. ¿Estaría Jack incluso comiendo? Y seguramente el padre de Thomas ya debería saber que había sido secuestrado. ¿Ya lo habrían contactado? ¿O a su madre? ¿Habría alguna demanda por su rescate?

(in)correcto ᵈʸˡᵐᵃˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora