Capítulo 22

332 14 0
                                    

/Al día siguiente/

Narra Eva:

Era por la mañana ya había terminado de desyunar, y ahora mismo estoy viendo la televisión.

Escucho la puerta de casa abrirse y entra una Samantha corriendo.

Eva: ¿que ha pasado? -digo preocupada, al no saber porqué a entrado de esa forma en casa-

Samantha: eso te lo debería preguntar yo.

Eva: ¿no entiendo, que te pasa?

Samantha: me pasa lo que me contó Rafa. Quien se cree este, que encima de gilipollas, mi hermano.

Eva: eeeee, calmate no me ha hecho nada. Yo si que estoy enfadada y es con Rafa.

Samantha: ¿con Rafa?, pero si menos mal que entró en casa; ¿que hubiera pasado si no hubiese estado allí y en ese momento?

Eva: nada, no hubiera pasado nada malo. Mira, lo que esta pasando aquí esque Rafa te ha contado las cosas a medias. Vamos por partes, primero yo le dejé pasar, y segundo los golpes que le dio en todo el abdomen y la escayola que lleva ahora, ¿te lo ha dicho?. Porque ya te digo yo a ti que no.

Samantha: no eso no me lo ha contado, pero esque no se.

Eva: como que no sabes.

Samantha: además una cosa, cómo sabes tú que lleva una escayola.

Eva: pues si le pego una patada fuerte que cuando se levanto iba cojo, dime tu si no deduzco algo de ahí.

Samantha: cierto.

Eva: yy... para ya de insultarle, mira yo me subo a arriba no quiero hablar más del tema.

-me subí arriba hacia mi habitación, no podía ver como su propia hermana, también mi mejor amiga, no paraba de insultarle cada dos por tres, y encima sabiendo que no era verdad.

Si es más bueno que el pan, me cuida, me protege, me hace sentir como nunca antes y me quiere como nadie.
És recíproco, siempre será recíproco.
Nadie es perfecto, pero él es perfecto para mí, para mí vida; y no quiero alejarme de él por nada del mundo.

Ahora necesito despejarme y para eso cojo mi bikini y me lo pongo para bajar abajo a la piscina e intentar tener la mente tranquila.

Estoy nadando y buceando un poco, siempre me ha despejado el agua ya sea en una playa, cala, piscina, ducha... donde sea. Me hace olvidarme hacer y estar como quiera; si quiero evadir los problemas, si quiero aposentar todo, relajarme... lo que sea.

Ahora estoy apoyada en la pared en un lado de la piscina mirando hacia enfrente.

Escucho la puerta abrirse y me giro de lado apoyando mi brazo en el bordillo de la piscina mirando hacia la puerta; donde se encuentra Samantha.

Samantha: hola, venia a darme un chapuzon, pero si quieres estar sola y que no te moleste me voy.

Eva: no, no quédate. No molestas.

Samantha: vale.

-deja su toalla en la tumbona y las chanclas en el suelo también al lado de la tumbona; y se acerca a la piscina, se sienta en el bordillo para luego meterse.

Yo estoy mirándola y ella también lo hace, hasta que abre la boca para hablarme-

Samantha: se que todavía no te has olvidado de él.

Eva: ¿como?, ¿quién?

Samantha: Eva, ya sabes de quién hablo.

-suelto un suspiro-

Eva: no me voy ha olvidar nunca, y tampoco quiero olvidarme de él.

Samantha: pero ¿porqué?, te vas ha seguir haciendo daño así.
Por mucho que sea mi hermano.

Eva: si que me conviene y no me hago daño, lo que pasa esque llevo un mes intentando explicar lo que pasó ese día y no me dajais.

Samantha: pero si ya lo sabemos.

Eva: veeeesss. No dejais nunca hablar,siempre interrumpis.

Samantha: perdón, vale esta bien explícamelo.

_______________________________________

Hatsa aquí el capítulo veintidós.
Espero que os esté gustando.
Muchas gracias por leerlo. 🥰

Por Malentendidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora