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𝐑𝐚𝐞 𝐂𝐚𝐦𝐛𝐫𝐚

Mi cuerpo se movió rápidamente al ver como Araceli iba a votar mi computadora, la tomé mientras ella reía y la puse en su cuna con unos cuantos juguetes.

—To—escuché la vos de Araceli decir y voltee, el tatuado estaba entrando a mi pieza como si fuera suya.

El la cargo mientras jugaba con ella y luego me vino a saludar a mi, lo iba a saludar con un beso en la mejilla, pero él tomó mi cara y me dio un pico corto.

Se sentó en el sillón en el que usaba para dormir a Araceli antes y ahora queda bien ahí, se acostó a mi hermana en su pecho y ella se quedó tranquila ahí, era una escena  tierna.

—¿Que hacías?—preguntó mirándome.

—viendo unas fotos—respondí quitando mi obvia mirada de el.
Sentía su mirada, pero no decía nada solo se dedicaba a analizar lo que estaba viendo.

𝐓𝐨𝐦𝐚𝐬 𝐂𝐚𝐦𝐩𝐨𝐬

Mi mirada iba y venía de la ojos azules, mientras tenía a Araceli dormida en mi pecho la miraba a ella también.

Mis recuerdos se vieron llenos dé Flashbacks de hace días, mierda ¿cómo podía ser tan linda desnuda?

—Tomas—a mi mente volvió esa voz acompañada de un gemido y un suspiró largo y pesado.

Sus gemidos volvían a mi cabeza e inconscientemente sonreí como todo un pajero que me vuelvo con ella.

En mis pensamientos una respiración agitada se hizo presente haciendo que miré y ver que Rae estaba respirando muy rápido, deje a Araceli rápidamente en la cuna y me acerqué a ella.

Ella lo único que hizo fue abrazarme mientras se escondía en mi pecho.

—reina, reina—hablé tratando de controlarla, pero simplemente no podía, su cuerpo temblaba, no sabía que pasaba.

—Tomi—habló—mi papá ya no está en la cárcel—dijo y su respiración se volvió aún más agitada—El nos está buscando—pronunció y se aferró aún más a mi,mi cuerpo se tensó al escuchar eso.

—Reina, el no les va a hacer nada, nosotros estamos acá—hablé limpiando sus lágrimas.

—No, no, Tomi el es muy peligroso—habló.
—no quiero que te haga algo por mi—pronuncio y yo negué.

—Reina, no nos va a pasar nada—hablé, ella solo me abrazó más fuerte.
—vení—le hablé y la llevé hasta su cama,me acosté y ella se acurrucó en mi pecho, fue cuestión de segundos y de mimos para que ella se quedará dormida.

𝐂𝐚𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐫𝐮𝐢𝐧𝐚𝐬 | 𝐂.𝐑.𝐎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora