Capítulo 19

444 43 5
                                    


Erick

-No puedo creerlo.

-¿Qué cosa? -Cuestioné sin mucho interés pero sabía que Chris no iba a detenerse hasta que escuchara lo que quería decir.

-Hace una semana, alguien dijo en las noticias de farándula que Pimentel había sido visto comprando anillos. O sea, no se que tiene eso de importante, no me importó en ese momento pero mira esto.

Mi piel estaba de gallina, una sensación extraña se expandía por mi cuerpo, como si un metal derretido se hiciera camino por mis venas. Joel y yo estábamos oficialmente juntos hace dos semanas, nadie lo sabía pero era un hecho y no se si quería ver lo que sea que Christopher iba a mostrarme. Caminé un par de temblorosos pasos en dirección a la laptop que mantenía encendida y no supe como sentirme cuando vi la foto que mostraba la pantalla. Ahí estaba él con una mujer, una mujer que nunca había visto, iba a su lado sonriendo y al fondo se podían distinguir las letras doradas que decoraban la vidriera de la joyería.

-¿De cuándo es la foto? -Traté de hablar sin que mi voz se quebrara y al parecer lo logré porque mi amigo respondió sin nada de sospecha en sus palabras.

-De ayer, la verdad es que esto es una mierda. Solo porque es guapo y tiene dinero, los medios lo siguen a todos lados. ¿A quién le importa si compró anillos o no? Si se va a casar con esa mujer pues ya sabrá ella, menudo idiota le ha tocado.

-Yo...no creo que se case con ella. -Estaba comenzando a temblar levemente, no quería que Chris lo notara pero me era bastante difícil dado que ayer justamente, Joel no había venido porque tenía algo importante que hacer.

-¿Y qué más da? -Él no se daba cuenta de lo que sus palabras causaban, sabía que estaba completamente ajeno a que yo me acostaba con Joel cada noche y que peor aún, estaba enamorado de él.

-Si...no tiene importancia. -Supe que la había cagado en el justo intante en que sus ojos se posaron en mí. Me conocía demasido bien como para intentar disimular, me había atrapado.

-¿Por qué parece que esto te afecta?

-No me afecta. -Tragué saliva, no quería mentirle a Chris pero realmente me estaba sintiendo mal. ¿Quién era esa mujer y por qué Joel iba a comprar anillos a una prestigiosa joería?

-¿A tí te gusta ese tipo? -Al parecer y para mi alivio momentáneo, Chris solo había captado parte de mi sentimiento.

-Yo no dije eso.

-No pero te conozco, te gusta. -Una sonrisa pícara se instaló en sus labios y no supe como sentirme, hasta hace un momento estaba hablando mal de Joel, ahora parecía divertido.

-¿Cómo va a gustarme? ¿De dónde sacas eso?

-Ya veo que el tipo malo tocó una fibra esa noche...¿Eh?

-Idiota.

-Erick, hablando en serio ya. Ese tipo no es buena pieza, no es que tú seas un angelito tampoco pero eres mi amigo y quiero lo mejor para tí. Te cruzaste con él una vez y eso fue todo, aquel día en que dijo aquello en las notocias, realmente pensé que iba a por tí pero han pasado unos meses y no ha pasado nada, así que me alegra saber que no te hizo alguna cosa, además, has cambiado bastante y para bien, me da mucho orgullo.

Y ahí estaba yo, siendo un mentiroso total, fingiendo que no pasaba nada cuando mi interior era un revoltijo de pensamientos turbios y dudas acumuladas. ¿Por qué me sentía tan mal? ¿Por qué Joel me había mentido? ¿Había estado jugando conmigo todo este tiempo? No podía creer que realmente nuestra relación fuera una farsa, que durmiera en mi cama cada noche y que a la mañana se fuera a comprar anillos con una mujer. ¡Joder! Ni siquiera le gustaban las mujeres. ¿Qué estaba pasando?

-Gracias Chris, comenzaré a trabajar la próxima semana en una tienda de ropa, es una buena marca y pagan bien, el horario es cómodo y creo que es un comienzo agradable. -Respondí en cambio, la bilis acumulándose en mi garganta, mi cerebro siendo martillado por la continua amenaza de millones de hipótesis inconclusas, mi corazón siendo exprimido por las capas de dolor creadas por la abundancia de preguntas y la escasés de reapuestas.

-No hay que agradecer, me da mucho gusto. En serio, es genial Er, mi chico al fin está creciendo. -Sonrió y me abrazó, tuve que controlar mis deseos de llorar para que no lo notara y recé en silencio para que se fuera rápido.

-Tonto.

-Ahora debo irme, Zab llega antes hoy y vamos a salir a comer. Lo han ascendido y estamos felices por ello. Ven cuando quieras a casa, sabes que las puertas están abiertas.

Nos despedimos en poco tiempo y respiré tranquilo una vez que estuve solo, tenía tanto dolor y rabia acumulados, que mi cuerpo estaba a punto de explotar. Recapitulando...Joel no había venido ayer, de hecho, la noche anterior solo vino un par de horas y luego se marchó, no dormimos juntos y definitivamente no tuvimos sexo. No me pareció importante porque soy consciente de que tiene negocios y debe encargarse personalmente pero esa foto en la joyería solo activó mis alarmas.

Pasé una media hora llorando, estaba demasiado sensible para mi propio gusto, yo no era así, jamás lo fui y no iba a permitir que las dudas me hicieran vulnerable. Sequé las lágrimas de mis ojos y me dirigí a la ducha, esta noche no iba a quedarme en casa, esta noche iría de fiesta, necesitaba mucho alcohol para bajar el nudo de mi garganta y mucho ruido para callar las voces que querían atormentar mi alma. Estaba enamorado, completamente había caído por él y lo sabía pero si él me había engañado...

Después de relajarme un poco y permitir que el agua limpiara mi cuerpo, llevándose con ella el resto de gotas saladas que brotaron de mis ojos, salí de la ducha y me coloqué una de mis mejores combinaciones, pantalón de cuero negro apretado, camisa rosa con marga larga y unos zapatos de vestir que desde las millas de distancia, gritan lo que valen. Perfumo levemente la tela, pongo un poco detrás de mis orejas y en los antebrazos, me miro al espejo y me complazco, me veo bien, me siento horrible. Sacudo de mi cabeza el constante repiqueteo de incomodidad dolorosa y tomo las llaves y la cartera para salir por la puerta, esta noche no hay un Joel Pimentel, esta noche soy solo yo y mi antigua ansia de sumergirme en el bajo mundo.

Quien solía ser ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora