Joel-¿Eso qué es?
-Míralo por tí mismo.
-Ya lo ví. ¿Qué se supone que tengo que decir?
-Nada, a mí no tienes que decirme nada, se lo que piensas de mí y no voy a defenderme pero hay algo que necesitas escuchar.
-No tengo nada que escuchar de tí.
-Si tienes y vas a hacerlo. Me importa muy poco lo que creas que sabes de mí, la verdad es que me da exactamente igual pero resulta que si hay alguien que me importa y llevo un mes viéndolo llorar porque no respondes sus llamadas ni sus mensajes. Entiendo que te molestó que no te contara pero no puedes juzgarlo por ello basado en lo que crees de mí. Nuestra relación era un secreto porque ambos estábamos aprendiendo a descubrirnos, creando juntos un camino sólido, luchando contra nuestros propios demonios para poder estar en paz con nosotros mismos. Eso no era de tu incumbencia y tal vez te sientes ofendido porque no contó contigo pero no te correspondía a tí dar el visto bueno de su elección.
-Pero...
-No he terminado. Erick está esperando un bebé, un bebé que es el fruto de lo que siente por mí y yo por él. No tienes que alegrarte, tampoco que aprobarlo porque es nuestro hijo el que carga en su vientre y por eso soy capaz de matar a quien sea. Yo amo a Erick y eso debería bastarte como mejor amigo. No es un capricho, no es el de turno, es el hombre al que amo mucho antes de que él mismo conociera mi existencia. Si mis métodos para llegar a él fueron o no los correctos, tampoco te tiene que importar porque volvería a hacer cada cosa con tal de tenerlo a mi lado. No soy perfecto, no soy la mejor persona pero él si lo es y por eso estoy aquí ahora. Si realmente te importa aunque sea un poco tu amigo, deja las pendejadas de novia celosa y vuelve a serlo pero si decides realmente alejarte, díselo como corresponde porque él sigue creyendo que su amistad va a superar todo.
-No se que...
-Para terminar, repito que me da igual lo que yo sea para tí, no me quita el sueño tu opinión pero por él vine, no lo sabe, no tiene idea de esto pero estoy hasta la madre de verlo llorar por tu culpa como si hubiese hecho algo malo. Él no hizo nada malo, él se enamoró, él va a casarse, él va a tener un bebé y además de mí, no tiene a nadie. Erick es la persona más linda del mundo y merece ser feliz, es feliz conmigo como no tienes idea, si la tuvieras, no habrías sido tan cruel pero entiendo, crees que soy un delicuente y lo tengo amenazado, mi reputación me precede y vas con la marea pero la de él tampoco era la mejor sin embargo no me interesa porque miré más allá de lo que se veía a simple vista y eso es lo que hizo que me enamorara de él como un loco perdido. Eso es todo lo que tengo que decir, no quiero que respondas nada, no es a mí a quien tienes que decirle. Me voy, me llevo esto. -Dije agarrando el test de de sus manos. -Es la primera confirmación de su embarazo.
Me largué de ese lugar sin darle tiempo a una respuesta, me hervía la sangre y no quería cometer un error pero sentí alivio al poder decirle parte de lo que sentía. Ahora iba a camino a la oficina, tenía una reunión importante y necesitaba llegar pronto. Subí a mi auto y literalmente volé el camino, no era muy lejos del lugar donde me encontré con Christopher. Cuando llegué a mi despacho, todos me estaban esperando, la reunión fue exitosa y culminó antes de lo previsto, algo que me alegraba enormemente porque moría de ganas de ver a mi niño.
-Hola Joey. -Su vocecita del otro lado de la línea me hizo sonreir como idiota, me tenía completamente en sus manos.
-Hola princesa hermosa. ¿Cómo estás?
-Mmmm, bien pero he vomitado mucho.
-Lo siento bebé, ya voy en camino a cuidarte. ¿Necesitas que te lleve algo? -Respondí mientras encendía mi audi deportivo y echaba a andar los pocos kilómetros que me separaban de él.
-No...hay mucha comida aquí pero el problema es que vomito.
-Es normal, llevas mes y medio de embarazo, además que comes como cerdito.
-Si se pero es que este bebé tiene hambre todo el tiempo. Yo le hablo, le digo que se tiene que calmar un poco o voy a parecer una pelota de pilates y su papi no me va a querer gordo pero no entiende y sigue pidiendo comida.
-Está bien, amor, llego en diez. Te amo.
-Te amo.
Esperé a que él cortara para soltar una carcajada gigante, solo a mi pequeño se le podía ocurrir alguna cosa como esa. Amaba cuando se comportaba como un niño porque me dejaba ver su verdadera personalidad, la verdad de la transparencia de su alma, me dejaba ver que era puro y precioso, lleno de luz y brillo, un brillo que no sería nunca posible de apagar. Amaba ser el dueño de sus sonrisas, de la forma única que tenía de demostrar su felicidad, amaba llegar y verlo correr hacia mí para que lo levante en brazos, en realidad, amaba cada detalle de él porque era lo más precioso y noble que tenía.
Entre pensamientos enamorados y una lista larga de cosas que adoro de él, al fin estacioné en el edificio. Me apresuré en caminar al ascensor y saludé con una sonrisa al encargado, llevaba muchos meses viviendo con Erick y me conocía. Quise que se mudara conmigo, que mi propia casa fuera el nido de nuestra familia pero él era berrinchudo y tenía su particular forma de hacer cumplir sus caprichos, así que por orden del bebé, ambos vivíamos en su apartamento. Cuando el ascensor se abrió, caminé ansioso a la puerta, metí la llave en la rendija y crucé el humbral esperando que corriera hacia a mí.
-¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? -El terror se apoderó de mi cuerpo cuando lo vi en el sofá llorando, todos mis sentidos entraron en estado de alerta. Abrió sus manitos llamándome en un abrazo y corrí a su lado para que se acurrucara en mí.
-Chris...me escribió. -Su voz estaba cortada, el llanto acorralando su garganta y sus manitos sujetando mi espalda. -Dijo que...dijo que quería hablarme y me dijo que...que lo sentía.
-¿De verdad? -Cuestioné sorprendido, no esperaba realmente que mi conversación diera frutos, mucho menos tan rápido pero me alegraba mucho que así fuera, había visto demasiadas lágrimas en esas esmeraldas y odiaba sentirlo así.
-Si...yo...no esperaba, no se que pasó pero...
-Shhh...ya no llores princesa, te dije que necesitaba tiempo y mira...
-Lo se...pero pensé que lo había perdido.
-Pero no fue así. -Besé su frente sintiendo un alivio en mi pecho, sentía que había hecho algo bien y me llenaba de satisfacción saber que su amigo había dejado de lado su odio por mí para enfocarse en lo importante.
-Mañana va a venir...yo estoy muy feliz. -"Feliz". Eso bastaba para mí.
-Me alegro mucho mi princesa, no sabes lo que siento cuando dices que eres feliz.
-Gracias...pero... tú eres lo principal para mí, tú me haces feliz. Que Chris quiera hablar, es un detalle gigante y que realmente necesitaba pero tú eres el principal motivo, tú.
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Quien solía ser ll Joerick
FanfictionA mis treinta y cinco años, puedo decir sin dudar que soy la persona más feliz del mundo. Mi carrera, mi trabajo y cada detalle de mi economía, funcionan de la manera correcta. Estoy felizmente casado con el hombre que me ama de la misma forma en qu...