Capítulo 33

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Erick

-¿Qué te dijo? -La voz preocupada de mi mejor amigo me cae casi como un balde de agua fría, realmente no tengo ni deseos de responder pero él no tiene la culpa de nada de lo que pasa y ha estado en todo momento ayudando. Camino hasta sentarme en el sofá, Kyle está con su padre y puedo despejarme un rato para contarle las noticias a Chris sin embargo es doloroso.

-Esto es una mierda, es una mierda. -La primera lágrima se escapa sin mi consentimiento, una lágrima traidora pero al parecer, inevitable.

-¿Qué te dijo? -Insiste con preocupación palpable, al mirar sus ojos distingo perfectamente que no duda de mi respuesta, solo está esperando escucharlo de mi boca, algo que es casi risorio debido a que yo mismo sabía sin necesidad de ir a ningún lado pero una muy mínima parte de mí, esa parte tonta, quería creer lo contrario.

-Nueve semanas.

El silencio que sigue a mis palabas es tan denso que hace que me falte el aire, es ese tipo de sensación que se cuela por tus poros y eriza cada pelito pequeño, que recorre en corrientes rápidas y frías milímetro a milímetro para convertirte en una masa temblorosa. Nueve semanas y el mundo encima, eso es justo lo que ahora cae sobre mis hombros y no tengo idea de que hacer con esa información, no tengo idea de como debo reaccionar, lo normal sería que estuviera feliz, que mi corazón latiera firme y descontrolado de pura alegría, de pura paz y felicidad sin embargo no lo hace, desde aquella noche horrible en que terminé con Joel, el mundo entero pareció dejar de moverse a mi alrededor y en lugar de ese músculo que genera vida, tengo un agujero negro que succiona día a día cada gota de energía en mí.

No puedo decir que él se ha portado mal, no, al contrario, dos días después de haber hecho aquella ridícula y dolorosa escena, vino a buscarme, vino hecho un desastre de llanto rogando perdón y jurando que nunca más volvería a lastimarme, vino realmente afectado y marchito, reflejando en sus ojos el verdadero dolor que cargaba consigo y le creí, realmente le creí porque lo conozco mejor que nadie y lo pude ver en su mirada, en el temblor de sus labios al hablar, lo pude ver en cada gesto desesperado por recuperarme y me rompió el alma en miles de pedazos pequeños pero lo que hizo antes, no tiene perdón.

-No...no se que decir. -Mi mejor amigo está tan nervioso como yo, se acerca un poco a mí y en un gesto de consolación, me abraza a su pecho. No soy alguien débil, no me gusta demostrar lo que siento, mucho menos admitir cuando estoy mal pero esta vez lo acepto y agradezco porque realmente no se que voy a hacer con mi vida.

-No digas nada, no hay nada que decir.

-¿Cómo te sientes con eso? O sea, se que es una pregunta muy tonta pero...

-Entiendo, no te preocupes, solo...no lo se, Chris, yo...ahora mismo no se como me siento.

-Es que lo sospechabas. -Sonrío de forma irónica, claramente lo sospechaba.

-No es que lo sospechaba, es que lo sabía. Ya pasé por eso antes y se como se siente, solo...solo...

-Ya, tranquilo. Si quieres llorar pues llora, es válido, has estado soportando mucho durante casi dos meses, en algún momento tienes que soltarlo. - No miente, obviamente me he sentido horrible, sin alma ni sueños pero he tratado de levantarme cada día por Kyle, porque él no tiene culpa de los problemas de sus padres y no merece llorar. Aunque sea solo un niño pequeño, jamás permitiría que sintiera algo malo.

-Yo...solo necesito un momento, esto es demasiado para asimilar pero...-Miro el reloj de mi muñeca para confirmar la hora y suspiro sintiendo una punzada en la cabeza. -Kyle ya va a llegar, no quiero que me vea llorar.

Quien solía ser ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora