En el gris de tus ojos [Libro I saga "Miradas"]

30| M e s e s

CHARLOTTE:

Sexto mes de embarazo:

 Observo el espacio a mi alrededor mientras acaricio mi vientre abultado. 

Sonrió orgullosa de ver mi restaurante, hace meses empezaron las remodelaciones y esta noche será la inauguración oficial, y no puedo esperar. Soy dueña de este lugar, y cuando me gradué podré decir que oficialmente también seré la chef. Es más, hoy el plato principal será uno de los favoritos de mi abuela que con los años perfeccioné y hoy en día me queda delicioso.

Veo a Cameron pasar frente a mí, cargando con una enorme caja que va llena de servilletas de tela que hay que acomodar en las redondas mesas. Él me sonríe mientras sigue su camino y mientras yo vuelvo a examinar el lugar.

Un gran candelabro cuelga del centro del techo, alumbrando la sala, los grandes ventanales dorados dan una excelente vista del río junto con la ciudad, en las esquinas de las paredes hay floreros de cristal con grandes plantas artificiales, las grandes cocinas se encuentran pasando la puerta detrás de mí, mientras que frente a mi se hacen presentes mesas redondas decoradas con manteles blancos y portavasos dorados.

A mi izquierda se hacen presente los baños mientras que a mi derecha un mini escenario me da la bienvenida.

Sonrío, ante el sueño que gracias a Cameron pude cumplir.

***

Séptimo mes de embarazo:

—Hola, bebé, soy papi. ¿Me oyes?— dice Cameron.

Es de noche, acabamos de llegar de una cita que mi prometido planeó a las apuradas pero que igual fue maravillosa. Ahora ya estamos en casa, acostados mirando la televisión. En realidad, la televisión es a los que menos atención prestamos, porque Cam está muy interesado en hacer que bebé en camino se mueva.

Según sus palabras, es injusto que conmigo se mueva todo el tiempo y con el se quede quieto. Pero oye, lo tengo dentro de mi vientre, es obvio que lo sienta moverse.

En ese momento, el pequeño dentro de mi da una patadita y Cameron levanta su cabeza para mirarme atónito.

—Oh, Dios. Amor, se movió, se movió para su papá. Hola, hola, aquí papi— vuelve a decir con una ridícula voz.

—Si, amor. Al fin la vida es justa.

***

Octavo mes de embarazo:

Observo a los pequeños de Bridget dormir y sonrió viendo lo regordetes y hermosos que son.

Hace exactamente tres semanas mi amiga dio a luz a los pequeños Barry, es increíble la genética maravillosa que tienen tener estos niños.

Mientras que el niño tiene el cabello castaño claro como su padre, la niña tiene el cabello también castaño, pero el de ella es algo más oscuro. Ambos heredaron el cabello de Jaden sin dudas, y al ser todavía tan pequeños el color de sus ojos todavía no se puede distinguir con totalidad.

—Oh Brid, ustedes si que saben hacer niños— digo bebiendo de mi té. Ella que está a mi lado, acaricia mi vientre crecido.

Bridget, tiene un aspecto desalineado, consecuencia de las pocas horas de sueño que tiene debido a sus terremotos, pero se la ve feliz, al igual que Jaden.

Ambos están viviendo juntos desde hace unas semanas antes de que los niños nazcan. Y se ven felices, son felices.

—Gracias, de seguro el pequeño Lawrence será igual de precioso.