34. (Connor)

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Toda la situación me pilló por sorpresa, ¿qué se suponía que debería hacer ahora? Por una parte no quería aparecer allí y fastidiarle el momento a Kelly ahora que se había reencontrado con Iann, parecía emocionada. Pero luego estaba todo el tema de Brad, mi cabeza iba a explotar en cualquier momento.

-Parece que has visto un fantasma -dijo Brad mirándome preocupado.

-He visto a Levi, ¿eso cuenta?

Ambos reímos para luego quedarnos en silencio por un rato, seguía sin saber qué hacer, lo único que sabía era que necesitaba una cerveza con urgencia, tal vez eso me ayudaría a tomar una decisión. Bien pensado Connor, eres un genio.

-Vamos al bar, tenemos que hablar -dije dándole una palmadita en el hombro a mi amigo. Me miró confuso pero solo se encogió de hombros y me siguió.

Llegamos al bar de siempre donde solía trabajar Levi, miré la barra con nostalgia ya que me encontré un hombre de unos 40 años tras ella, en verdad iba a echar de menos contarle mi vida cuando íbamos los fines de semana por allí.

Mierda, me estoy volviendo un sensible, tal vez en el fondo aunque me costase admitirlo le había cogido hasta cariño a ese chico.

Nos sentamos en nuestros sitios de siempre y eso me hizo recordar todos los momentos que pasamos allí juntos, Levi tenía razón, esto ya no se trataba solo de Kelly, no quería que Bradley se fuera y perder todo eso, Londres no estaba muy lejos de aquí pero no sería lo mismo, el verano ya había sido bastante duro sin ninguno de los dos.

-No te puedes ir – dije dándole un trago a mi cerveza mientras intentaba mantener la compostura, lo que no duró mucho ya que enseguida me abracé a él y lo estrujé como si me fuese la vida en ello.

-Eh, ¿estás bien? -dijo con una sonrisa devolviéndome el abrazo.

-Sé que no te digo esto muy a menudo pero te quiero mucho -esta vez las lágrimas escaparon solas de mis ojos, ni yo mismo me podía creer lo que estaba pasando así que me podía imaginar la confusión de Brad.

-Yo también te quiero mucho Con.

-No me puedo creer que esté llorando -sonreí limpiándome la cara con la manga de mi jersey.

-Puedes hacerlo -dijo sin borrar la sonrisa de su rostro – siento haber sido un amigo de mierda, he de admitir que no supe manejar muy bien mis emociones con todo este asunto.

-Lo he notado.

-Oye, tengo una pregunta -por un momento pensé que iba a intentar sonsacarme la ubicación de Kelly, pero para mi sorpresa no fue así - ¿Quién era ese con el que se fue Kelly el día de la pelea con Sarah?

Reí al recordar toda la historia, había sido de lo más cómico ver a Sarah salir del instituto llorando con un mechón de pelo en su mano.

-¿El rubio de la moto? - Brad asintió. -Lo conoció el día que te pegó ese puñetazo en la discoteca -no pude evitar reírme de nuevo a lo que recibí una mirada fulminante de mi amigo -perdón, perdón, tienes que admitir que fue gracioso.

-Tu sabes dónde está así que solo dime... ¿se ha ido con él?

Escupí toda mi cerveza al instante y estallé en carcajadas, entonces mi cabeza empezó a darle vueltas al asunto, tal vez Brad llevaba todo este tiempo pensando que se habían ido juntos a vivir una historia de amor y por eso todo el asunto de la carta.

-¿De verdad llevas todo este tiempo pensando eso? -dije limpiándome las lágrimas que esta vez habían salido del ataque de risa que acababa de tener. -Bradley, ese chico vive en la otra punta del mundo, él le sujetó el pelo mientras vomitaba esa noche y ahí se formó esa extraña amistad entre ellos pero nada más.

Brad me miraba totalmente confuso, esta vez el que parecía haber visto un fantasma era él.

-¿Y qué querías que pensara? La última vez que la vi fue subiéndose a su moto, luego se marchó sin despedirse y se cambió el número de teléfono, en mi cabeza esa teoría tenía sentido.

-Ay Bradley, eres tan tierno -reí de nuevo, no podía evitarlo -Está en Lancaster con su tía.

La expresión de preocupación de Brad se convirtió en una de alivio, en verdad el pobre llevaba dos meses pensando que la chica a la que quiere se fue con otro a quien sabe donde, ahora mismo debía de sentirse como si le quitasen un peso de encima.

-La quiero de verdad Connor, he sido un idiota y no quiero perder más tiempo. -Soltó convencido de si mismo para después darle el último trago a su cerveza. -Es hora de actuar.

-Me alegro de que hayas recapacitado, Simpson.

No me quedaba otra opción, por una vez Bradley parecía tener las cosas claras y tenía que aprovechar la oportunidad antes de que cambiase de parecer.

No sabía si Tris estaría de acuerdo en esto por el tema de Iann pero ya daba igual todo, estaba seguro de que Kelly también quería a Brad y que todas sus dudas, si es que le quedaba alguna, se resolverían al tenerlo delante después de todo ese tiempo.

Nos dirigimos a casa de Tris lo más rápido posible y este nos abrió la puerta vestido con un esmoquin mientras intentaba colocarse una pajarita.

-¿Qué hacéis aquí?

-La pregunta es, ¿Qué haces tu así vestido? -dije confuso.

-Voy a declararme a mi amor -dijo señalando un ramo de flores que se encontraba en la mesa del salón. -Brad y yo nos miramos sin entender nada.

-¿A quién? ¿A Levi? -dije en tono sarcástico.

-A Annie. -Vaya, eso si que no me lo esperaba. - Gracias a la carta del enano me he dado cuenta de mis sentimientos, es hora de sentar la cabeza.

En este punto la vida estaba siendo de todo menos normal, demasiada información que procesar.

-Vamos a ir a por Kelly y voy a decirle todo lo que siento por ella, no intentes impedírmelo porque lo haré de todas formas -soltó Bradley de repente.

Tris se quedó en silencio por un momento, mi cabeza ya se estaba preparando para lo peor cuando se acercó a Brad y se quedó frente a él totalmente serio hasta que de repente, lo abrazó.

-Debes hacer lo que sientas, ricitos.

-¿Alguien me va a decir dónde está la cámara oculta? -dije sin entender qué estaba pasando. Hacía unas horas Tris estaba totalmente en contra de todo y ahora estaba en plan paz y amor para todos. Surrealista. Totalmente surrealista.

Entré al salón y me encontré a Levi saliendo de la cocina con una sonrisa de oreja a oreja, entonces empecé a entender muchas cosas, nunca supe qué era lo que tenía este chico pero era como un genio de las palabras, seguramente después de verme a mi esa tarde había tenido una de esas charlas profundas con Tris.

-¿Todo esto es cosa tuya? -dije volviendo a mirar la escenita en la que Brad y Tris seguían abrazados.

-De nada -respondió guiñándome un ojo.

Stay || Bradley SimpsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora