Stay || Bradley Simpson

5.

-Oh dios mío -gritó Annie después de contarle todo lo que había pasado. -Pero tienes a dos chicos súper sexys detrás de ti, ¿cómo lo haces? Brad, dios mío, dios mío, estaba claro, está coladito desde que erais pequeños, oh dios mío, os shippeo fuertemente, 'brelly'' , lo veo -dijo haciendo un corazón con las manos.

-¿De qué hablas? Sólo he dormido con él, no es nada que no haya pasado antes, además, también estaba Connor.

-Pero no es eso, es el detalle de que te estabas desnudando y no se ha aprovechado, te ha puesto su camisa y luego te ha dicho que te la quedases, así tendría excusa para volver, osea ayuda esto es genial, ahora todo tiene sentido, esto es tan romántico -suspiró.

-Annie, te estás imaginando cosas -reí. -Además, Brad y yo sólo somos amigos.

-¿Y ese beso que te dio en el patio del colegio cuando erais niños que? Está claro.

-Oh por favor Annie, una tontería de niños.

-Lo que tu digas -dijo cogiendo un puñado de patatas de la bolsa. -Luego tenemos a Levi, el amigo sexy de tu hermano -alzó las cejas.

-Otra vez no, por favor.

-Oh sí, ¿es que no lo ves? Uno, vino a traerte las llaves con la excusa de poder verte cuando podría habérselas dado a tu hermano, dos, siempre está tratando de hablar contigo en el instituto a pesar de que tu lo evites, tres...no lo sé pero estoy segura de que hay más.

-Vale, basta -la interrumpí. -Sólo trata de ser amable, al fin y al cabo soy la hermana de su mejor amigo.

-Kelly -dijo cogiéndome las manos -deja de cerrarte, no todos los chicos son tan malos, no todos te van a romper el corazón y si lo hacen, bueno, son cosas que le pasan a todo el mundo -sonrió.

No pude evitar soltar una carcajada por su reacción, a lo que me miró indignada.

-Annie no te enfades, a ver, supongamos que tienes razón -de inmediato dejó las patatas y centró toda su atención en mi con los ojos como platos -nunca arriesgaría mi amistad con Brad por algo que no sabemos si saldría bien.

-Sino arriesgas no ganas -sonrió.

-No está coladito por mi, dejemos el tema ahí.

-Está bien -suspiró- Pero Levi no es tu querido amigo de la infancia, podrías intentarlo.

-No tienes remedio, de verdad – miré la hora en mi teléfono viendo unas mil llamadas perdidas de Connor, llegábamos tarde, por no variar -Annie, tenemos que irnos.

Bajamos las escaleras para encontrarnos a mi padre más mi querido hermano Tris, con sus gafas de sol puestas y cruzados de brazos al lado de la puerta, parecía una escena de película en la que el FBI entra en tu casa para registrarte y luego detenerte, o más bien una versión cutre de los hombres de negro.

Oh por favor, esta es la familia más dramática que he visto nunca.

-¿Ibas a alguna parte señorita? -Dijo mi padre asomando su mirada por las gafas de sol.

-Sí, hemos quedado, así que, ¿podríais hacerme el favor de apartaros de la puerta? -como respuesta recibí un codazo de Annie y otra miradita de Tris, el que parecía divertirse bastante con la situación.

-Creo que no -miré a mi padre con expresión interrogante y volvió a colocarse las gafas de sol -la vecina le ha contado a tu madre que al parecer ayer, osea, esta mañana, te vio entrando por la ventana con un chico.

-¿La vecina? ¿Me espía o...?

-Al parecer estaba regando las plantas -afirmó Tris intentando contener la risa.