Stay || Bradley Simpson

7.

Habían pasado como dos semanas después de la noche en la que nos enteramos de que Sarah había vuelto a la ciudad, al parecer eso no era todo, ya que también había vuelto al instituto, por lo que Brad y yo decidimos seguir con el estúpido plan de fingir que estábamos juntos, ridículo, lo sé.

El rumor se había extendido muy rápido, tan pronto como llegó a los oídos de Tris sus amigos y él corrieron tras Brad por los pasillos del instituto en un intercambio de clase, el pobre acabó escabulléndose por la ventana del baño.

Ese día le expliqué a Tris lo que estaba pasando, que todo era un absurdo plan que se nos había ocurrido para mantener a Sarah alejada, sobra decir que mi hermano no se creyó ni una sola palabra, aunque prometió dejar a Brad ''tranquilo'', bueno, por tranquilo podemos entender no quitarle el ojo de encima como había hecho hasta ahora.

Estaba dejando los libros en mi taquilla, cuando de la nada apareció Brad entusiasmado, sin explicación me dejó atrapada entre él y la taquilla con sus manos apoyadas en esta para no dejarme escapar, entonces lo entendí, Sarah estaba rondando por el pasillo sin apartar su mirada de nosotros.

-¿Vendrás a verme al partido? -Podía sentir su respiración chocar contra mis labios, literalmente, esto iba a peor cada día.

-¿Podrías hacerme el favor de no acercarte tanto? Un poquito de espacio vital-susurré disimuladamente en su oreja.

-No me lo puedo creer – dijo sonriente al separarse un poco de mi – Te pongo nerviosa.

-No es verdad.

-Si lo es -me miró fijamente a los ojos y rápidamente miré hacia otro lado - ¿ves? Ni si quiera consigues mantener la mirada -rió.

-¿Qué quieres de mi? -bufé intentando cambiar de tema.

-Que vengas al partido esta tarde, te dedicaré un gol ahora que eres mi novia, como en las películas - dijo alzando las cejas.

-Eres idiota.

-Pero me quieres -sonrió.

-Iré, pero por favor, déjame irme a casa, el timbre ha sonado hace un buen rato, no hay necesidad de desperdiciar más minutos de nuestras vidas aquí dentro -dije apartándolo de mi.

-Vamos, te llevo. -dijo tendiéndome su mano.

Como era de esperar, acabé arrastrando a Annie al partido conmigo, la que ya había desaparecido para ir a comprar palomitas.

Observé el campo desde las gradas, pude visualizar a Connor dándole una charla de motivación al equipo, el que por cierto habían nombrado capitán este año y la verdad es que lo hacía muy bien, nunca lo había visto tomarse algo tan enserio.

-¿Ya has traído las palomitas? Que rápida -dije cuando sentí una presencia a mi lado.

-En realidad esperaba que las hubieses comprado tú, será interesante ver jugar a mi cuñadito -pegué un salto en el asiento cuando me di cuenta de que se trataba de Tris y no de Annie.

-¿Qué haces aquí? Nunca vienes a los partidos de fútbol.

-He venido a asegurarme de que si va a ser de la familia al menos que sea bueno en algo -dijo colocándose las gafas de sol.

-Te lo he dicho mil veces, Brad y yo no estamos juntos.

-Lo que tu digas -dijo cruzándose de brazos.

Suspiré, era imposible razonar con Tris cuando se trataba de Brad.

Por fin llegó Annie con las palomitas, las que se le cayeron al suelo en el mismo momento en el que se encontró a mi hermano sentado a mi lado.