Draco pov
Sentía el corazón martillar fuertemente en mi tórax, las paredes se cerraban sobre mi. Me faltaba el aire, y el sudor empapaba mi cara.
¿Era sudor o lágrimas?
Probablemente ambas.
Quería moverme, correr lo más lejos posible, pero mis piernas no respondían.
Siento una pequeña palma en mi espalda, y por acto reflejo tomo su muñeca con fuerza, dejándonos cara a cara.
Los ojos castaños de Hermione me miran con calma y la suelto automáticamente. Trato de alejarme lo más posible de ella, se lo advertí, fue un milagro que no le torciera la mano. Cuando tengo ataques como estos no soy racional, solo veo peligro. Mi cerebro no percibe lo falso y lo real.
— Draco...
— ¡No! — más lágrimas salen por mis ojos y me reprendo por haberme permitido hacer esto. ¿Qué creía? ¿Que podría dormir tranquilo junto a ella sin hacerle daño?
Más ansiedad me invade con la probabilidad de dañarla, lastimarla o perderla.
Me encierro en el baño y empiezo a gritar con toda mi fuerza. Estoy con mi pijama solamente así que la marca en mi brazo brilla en contraste con el pálido de mi piel.
La maldigo, a la marca, a la estúpida guerra, a mi. Empiezo a rasgar mi piel, araño mi brazo sacando sangre, hago lo que sea por arrancarla de mi ser, si no fuera por esta cosa yo podría dormir tranquilamente al lado de esa bruja maravillosa que hacía lo que sea por entrar al baño.
— ¡Draco! ¡Draco abre la maldita puerta!
— ¡No vas a verme así!
— ¡Draco ya te vi así! — me paralizo en el lugar — miles de veces, miles de noches, ya te vi así. Por favor déjame entrar — me preocupa la desesperación en su voz y levanto la barrera que puse en el baño.
Ella entra de golpe y agacho la cabeza. No soy capaz de verla a la cara, medio jadea cuando ve toda la sangre en el piso y algunas cosas rotas.
— Por favor no te acerques — le ruego en susurros mientras le muestro mis manos ensangrentadas — No quiero asustarte, por favor.
Si ya me había visto, que se lo pidiera era inútil pero quería aferrarme a la idea de que si paraba ahora, no se espantaría tan pronto. Que no se iría ahora mismo sin darme la oportunidad que le explique.
— Lo siento, en serio lo siento, perdóname. — no paraba de repetirle aquello, necesitaba que lo escuche y lo tenga muy presente.
— No pidas disculpas por algo de lo que no tienes control — se acercó a mí lentamente, hasta sentarse frente a mi — Necesitas calmarte, ¿Quieres que te cuente algo? o simplemente puedo sentarme y estar callada.
— Me cuesta respirar — le digo con lágrimas en los ojos.
— Voy a empezar a contar y cada 4 números vamos a respirar hondo ¿te parece? — asentí.
— 1, 2, 3, 4 — inhale lentamente y luego exhale de la misma manera, empezando a contar con ella, recién en el número seis.
Una vez que mi respiración se regularizó, ella se quedó sentada junto a mi, sosteniendo mi mano mientras jugaba con mis anillos.
— Solo quiero ayudarte, cuidar de ti si es necesario, no quiero que te sientas solo, me tienes a mi. — toma una de mis mejillas para que la mire a los ojos — por favor confía en mi.
Asentí lentamente y no me contuve en besarla.
Ella me correspondió, tomándome con ambas manos y limpiando mis lágrimas con sus pulgares.
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Después de la historia
Fanfiction¿Qué pasaría si la tercera generación viaja a la segunda? Nada es como lo imaginan. ¿Qué va a pasar después de eso ? ¿Estarán de acuerdo? La tercera generación termina por accidente en 1995 donde se presentan ante sus padres, nada va a seguir igual...