Narcissa Malfoy Granger

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Theodore Nott no era un creyente implacable, no creía en ángeles o demonios, el cielo o el infierno, sabía lo que estaba bien y lo que no, eso era suficiente.

Pero conoció a Luna Lovegood.

Cuando la conoció de verdad, supo que ella era un ángel salvador.

Su ángel salvador.

Escucharla hablar de absolutamente cualquier cosa le daba una paz impresionante, ella le transmitía seguridad y calma.

Su vida solía ser un caos, es un caos mejor dicho, con el señor tenebroso, los mortifagos, las clases y ahora la tercera generación, Theo no era una persona del todo serena. Hablar con sus amigos era gratificante, si, pero ellos pasaban por lo mismo y de alguna forma u otra terminaban hablando de eso, o haciendo comentarios sarcásticos mientras pretendían que no les afectaba cuando en realidad quemaba por dentro.

Luna en cambio era diferente, porque veía todo de una perspectiva diferente.

Ella podía escucharte hablar de cualquier cosa cuando notaba que necesitabas desahogarte, pero sin embargo si solo querías liberar la mente y compartir tiempo con alguien, ella tenía cientos de temas para distraerte un rato.

Era comprensiva y juzgar no estaba dentro de sus cualidades.

Por eso cada vez que la veía no podía evitar pensar en lo maravillosa que era, parecía un tonto enamorado a su lado pero simplemente no podía evitarlo.

Sus cabellos rubios siempre sueltos, esos ojos azules como el mar y soñadores como el cielo, su voz serena le mandaba escalofríos y siempre tenía ese aroma a tierra mojada que lo volvía loco. Era sencilla y única en todos los sentidos, como una obra de arte, que solo unos pocos apreciaban. Ella era su perdición. Y él lo sabía, pero estar perdido se sentía como la puta gloria.

Y ahí estaba ella, con la mano de HermioneP entre las suyas, susurrando canciones de cuna que nunca en su vida había escuchado.

TheoP la miraba desde su lugar unos pasos alejados de la cama. Estaban todos en la enfermería, distribuidos entre ambas leonas.

Cuando DracoP salió en busca de Lyra, al igual que Ginny de Blaise, todo paso muy rápido. Los mortifagos fueron llevados a las afueras de los terrenos de Hogwarts donde fueron desmemorisados, Dumbledore se encargó del troll en el medio del comedor, los alumnos que lo necesitaban fueron llevados a la enfermería, al igual que ambas Hermiones claramente.

Ginny y Blaise habían vuelto pero no le dieron explicaciones a nadie sobre lo que pasó ni tampoco hablaron al respecto, la pelirroja fue directo al lado de HermioneP dejando unos libros junto a la cama. Cuando Lyra y Draco volvieron, la Malfoy ya no tenía el hechizo por lo tanto sus ojos y pelo volvieron a su color natural.

— ¿Cómo está? — le preguntó a TheoF.

El puso un brazo sobre los hombros de ella y Lyra le devolvió el abrazo — ella está bien, mañana va a recuperarse completamente, ahora necesita descansar, está durmiendo desde hace un rato. Por que mejor no vas a ver a tus padres.

Lyra asintió y fue a abrazar a HermioneF que estaba en otra de las camas. Su padre acarició su cabello y le preguntó — ¿Todo bien?

— Mejor de lo que esperaba, solo falta que ellas se recuperen — DracoF sonrió a su hija y se concentró en HermioneF.

— Solo tuviste una pequeña hemorragia interna, nada grave mamá, el tío Theo dijo que es mejor que pases la noche acá para evitar moverte mucho — dijo Abraxas llegando con ellos y dejando un beso en la frente de su madre.

Después de la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora