Truth and shame

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Ya se habían despedido oficialmente del gran comedor y el resto de Hogwarts, el tiempo que tenían fue un regalo de Dumbledore para que pudieran hablar y aclarar cosas pero se irían esa misma noche.

HermioneF intentó retener las lágrimas pero no pudo, ya todos habían salido del gran comedor y solo quedan pequeños destellos por los fuegos artificiales y el cartel enorme que sus hijos habían pegado.

Extrañaría este lugar, y aunque siguiera en el futuro, no era el mismo Hogwarts que ella vivió, donde conoció la magia y se hizo parte de ella. DracoF llega por detrás y la abraza, sus manos sobre su cintura y su mentón en la unión de su cuello, su olor llegó a ella.

Lo conocía perfectamente, perfume caro, menta y manzana verde. El mismo olor que tenía su amortentia desde los 17 años.

El rubio le dió un beso en la coronilla, y la abrazó más fuerte.

— Si las cosas no salen como esperamos al volver, ¿Prometes ir a buscarme?

— No dejaría que nadie te aparte de mi Herms, siempre voy a ir a buscarte.

Ella se volteó y lo beso lentamente, transmitiendo todo lo que sentía por él, DracoF no dudó en responder, agarrando su rostro con sus manos para intensificar el beso.

Sus dedos largos cubrían toda su mejilla y los anillos fríos en sus manos hacían contraste con la calidez de su piel, no podrían vivir sin el otro y lo sabían.

— Vamos chicos, ya están camino a la sala de menesteres — los interrumpe GinnyF con una cara de «lo siento».

Leona — le dice ofreciéndole la mano.

— Dragón — le corresponde.

DracoF empieza a reír levemente mientras caminaban por los pasillos, y HermioneF lo miró.

— ¿Qué pasa?

— ¿Es normal que lo sienta como la primera vez que caminamos por Hogwarts agarrados de las manos? ¿Otra vez?

La castaña no creía como después de tantos años de matrimonio, él seguía enamorándola y causándole mariposas en el estomago, era increíble.

Solo río y beso el torso de la mano que tenía agarrada.

Cuando entraron a la sala de menesteres había una gran mesa en el centro, no era alta porque todos estaban sentados en cojines y había algún que otro postre y bebida que trajeron amablemente los elfos del castillo.

Aparentemente Abraxas estaba contando una anécdota porque todos reían, el matrimonio también se sentó y todo iba bien hasta que HermioneP hizo la pregunta.

— ¿Cómo es que siempre Lyra termina siendo la de los golpes? — estaba riendo aún y fue una pregunta sin mala intención solo por curiosidad, pero se dió cuenta de su error cuando la tercera generación lentamente dejó de reír, algunos quedando completamente serios.

Lyra no decía nada solo tenía esa máscara fría característica de su familia, miraba a la mesa y se debatía entre contarlo o no.

— Ly no es necesario que hagas esto linda — le dijo su padre que sobaba su espalda. Ella le dió una sonrisa débil, afirmando con la cabeza que iba a hacerlo, era necesario que entendieran.

— Jamie podrías ..

El Potter asiente y con ayuda de su varita saca un hilo brillante desde su sien, Lyra hace lo mismo y juntan ambos para ponerlos en el pensadero. Se forma un solo recuerdo que se proyecta en la misma lámina que se utilizó en el gran comedor, facilitando el que todos vean.

Después de la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora