血液 ketsueki ➵ diabolik lovers ;; au ✔ SIN EDITAR

29: consejo.

La mansión estaba en silencio, en una gran paz, fuera de está, una rubia de cabello largo y sedoso tomaba un té en el jardín, con una pequeña mesa individual y una silla especial para ella. Bajo la hermosa luz de la Luna Eri se sentía bien consigo misma, desde el momento que llegó alli sabía que podría ser difícil, pero al final estaba satisfecha, porque Eva iba por un buen camino. Como si sus pensamientos la llamarán, Yui apareció a su lado, tímida como era usual y con las marcas de colmillos sobre su pálido cuello.

―¿En qué te puedo ayudar, Eva?

―Pensé que iba a dormir, el sol puede salir en cualquier momento.

―Estoy bien así, no te preocupes.

Yui sentía un gran enigma provenir de la invitada, ella no podía saber lo que había sucedido antes de llegar a la mansión Sakamaki, pero deseaba saberlo. Recordaba el momento en que oyó por primera vez el nombre de Erika sin saber quien era realmente.

«Shu tenía sus ojos cerrados, metido en la bañera con ropa, sabía que oía su música apartado del resto. Yui lo observaba por afuera, debido a la puerta mal cerrada que le dejaba un espacio para verlo, cuando el abrió sus ojos, ella retrocedió. Noto como tocaba sus labios, y en un susurro lo escucho. Erika. ¿Quien era por quien Shu rogaba?»

―Eri-san...

―¿Mmhm?―la incitó a continuar, dándole su atención tras terminar la bebida caliente.

―¿Usted...―no estaba segura de decirlo, pero siguió― usted y Shu-sama sienten algo entre sí?

Erika parpadeo sin comprender, ¿qué acababa de provenir de esos apetitosos labios rojizos de la humana? sonrió, negando. Tomo su vestido y se levanto, notando que era un poco más alta que la menor.

―¿Por qué justo tu quieres saber algo así?

No podía decirle la razón exacta, así que desvió su vista al suelo.

―¿Sientes celos acaso?

―¡No!―negó rápidamente, sacándole una risa a la vampiro― Realmente no hay tal sentimiento, sólo es una pregunta estupida. Por favor, olvidela.

―Está bien, yo también quisiera saber que siento o que siente el. Ha pasado mucho tiempo en realidad, pero el y yo parecemos esos niños de antes, niños que fueron heridos por sus propios padres; lo pensé mucho tiempo, si yo era digna de Shuu, pero la respuesta era otra pregunta para mi mete, ¿Es Shuu digno de alguien como yo? ¿Son ellos dignos de nosotras, Eva?

La tensa mirada de la rubia menor hizo sonreír a la vampiro, después de todo la pequeña Yui entendía sus palabras, ella más que nadie sentía lo mismo que Eri, el dolor de ser rechazada por tu padre y ser enviada a un lugar donde debes ser utilizada como objeto de satisfacción para unos príncipes mal mentalmente.

Una vida llena de desgracias le esperaba a las novias que pasaban por ahí.

―Puede que pienses que ellos y yo tenemos un gran vinculo, pero esto sólo es... ellos sólo eran parte del plan de Karlheinz. Donde yo debía enamorarlos para lavar sus mentes y hacer que me obedezca, en eso, seguir las órdenes del Rey; y el próximo en su linaje sería una copia de el. Pero tuve errores, más que amarme parecían desearme. No puedo separarme fácilmente de esos hermanos.

―¿Y eso no es igual de bueno?

―Desear no es igual a amar, si ellos me amaran hubieran ido a buscarme cuando Karlheinz me llevo; los Sakamaki sólo desean mi cuerpo y lo que puedo decir, más no me aman por quien soy.

Esas palabras habian hecho un gran impacto en la vida de Eva, quien ya no deseaba ser esa reina de la cual todos hablaban, sólo quería huir. Entendía por fin algo muy importante, y es lo que ellos le demostraban jamás sería la verdad, cuando le decían palabras buenas era todo un acto.

Así eran los hombres.

―Los vampiros no amamos, Yui. No existen sentimientos.

Pero Erika no sabía que eso sólo era falso, una suposición del Rey egoísta que los mantenía prisioneros de si mismos.

―Si no esperas nada de nadie, tu vida así será mejor. Sigue mi consejo y no te enamores de ninguno de ellos.

Parecía tarea fácil, pero no lo era.