血液 ketsueki ➵ diabolik lovers ;; au ✔ SIN EDITAR

4O: claustofobia.

pov's erika madoka

El castillo es un lugar enorme, pero a pesar de ser tan espaciosos mi mente lo hace ver como algo pequeño y llegaba a axfisciarme en mi propia mente, el aire se me iba a medida que avanzábamos por el enorme pasillo sin luz, elegante pero a la vez espeluznante. Me aferre más al brazo musculoso de Ryuu en un intento de tranquilizarme a mi misma, estaba siendo estúpida, no podia dejar que mis miedos o fobias me impidan ser feliz. Es lo que ellos quieren, que sea alguien con miedo del futuro.

-¿Estas bien?-el rubio detuvo sus pasos, obligando a nuestro guardia acompañante a también detenerse, tocó mis mejillas en busca de una reacción, negué tratando de verme normal.

Pero es Ryuu, y como siempre, el jamás cae ante mis mentiras, me dio un abrazo para comenzar a acariciar mi cabello, el intentaba que yo este menos nerviosa para olvidar que aquí es donde vive ese hombre. Es algo... cruel, sin duda, ¿cual fue su razón desde un principio? ¿cómo supo que yo estaba allí encerrada? ¿por qué sabe el paradero de mi padre? esa y más preguntas son las que inundan mi mente en estos momentos, antes no me lo habia planteado, pero ahora... todo comienza a verse menos nublado, estaba cegada por el odio que le tenia al hombre que mató a mi madre que nunca me percate que el Rey podría estar jugando conmigo.

Me tuvo encerrada en este castillo un año entero, me hizo estudiar a sus hijos, me castigó cuando no cumpli mi razón principal de mi nueva existencia. Todo este tiempo fue una muñeca a la cual el manejo sin pudor alguno, me hizo sentirme mal, siempre incorrecta solo para sus propios placeres, ¿y si el nunca pensaba ayudarme? ni siquiera se que fue del mundo exterior en cien años, es tan posible que mi padre haya muerto.

Mi corazón que creía perdido comienza a latir de furia, cuando el hombre de cabello largo hizo acto de presencia en el salón, sentado en su trono con una diabólica sonrisa en sus labios. Observó su hijo mayor y a mi, la que fue su carta bajo la manga.

-Pero miren quien esta aquí, nunca imagine ver a mi querido hijo parado frente a mi en nuestro reino.-hablaba con burla- ¿Qué se les ofrece?

-Padre...

-Shuu, deja que hable tu acompañante.-lo detuvo al notar como mis manos temblaban.

Levante la vista, entonces pensé: "¿Por todavía oculto lo que pienso?" Algo en mi aún sigue con el trauma, me siento inferior, todavía pienso que papá vendrá y nos golpeara si es que no hago lo que pide, ¿me volverán a encerrar? al menos quiero liberarme, quiero decir lo que pienso. Ser sincera.

-Vengo a romper el trato.-mi voz tembló pero no aparte mis ojos de sobre el, no mostró reacción, solo levanto su comisura dando una sonrisa torcida- No quiero seguir con esto, ya no tiene sentido, llevó a Eva, no me necesita. Lamento no haber cumplido con mi parte, no fui la indicada para ese papel, y me parece muy cruel haber tratado de esa forma a sus hijos, ellos no lo merecían.

-En realidad, Eri, tu si cumpliste con lo esperado.

-¿Eh?-ambos habíamos quedado sorprendido ante su aclaración.

-El hecho de que mi hijo este parado frente a mi, de que haya viajado e incluso hablado me hace pensar en que tu si funcionase. Mi plan es seguir la tradición donde los hermanos o elegidos peleen por el trono, pero mis hijos han desarrollado una relación imposible de quebrar, al punto que ni siquiera una mujer los separó, formar la guerra a este punto no sirve. Incluso Eva, quien es por quien nosotros estamos aquí, no hizo efecto en esta disputa.

-Hace muchos milenios fue su guerra, donde mi padre participo, ¿usted fue feliz en ese momento? al tener que matar a sus amigos y herir a sus hermanos.

-Tu padre al igual que yo sabíamos que vivir con la vergüenza era peor, la diferencia es que yo gane y el vivió en la derrota.-sonrió.

-¿Y donde esta el? Si cumpli mi parte del trato eso significa que tengo el derecho de verlo.

-Bueno...

La mano del Rey se extendio al frente, Shuu tomo mi mano y dimos un paso hacia atrás cuando en el centro se formo un circulo de luz que cada vez se iba aclarando más hasta que nos permitió ver adecuadamente que es lo que mostraba, mi respiración se corto al verlo. Su nombre había sido tallado en una hermosa letra, y su capilla era grande. El rubio apretó mi extremidad como si tuviera miedo de la forma es que reaccionaria.

-Hace ya dos años, fue encontrado muerto en su castillo, ¿causa? agonía, tu padre fue miserable hasta el último segundo. Cuando se me notificó de su muerte fui el primero en ir, fue entonces que te encontré, abri esa vieja puerta y te vi.

-¡Me mentiste! ¡Dijiste que estaba vivo y había huido!

-Era necesario, tu estabas en un profundo trauma y no sabía como era que ibas a tomar la noticia. ¡Estuviste cien años encerrada en una habitación! ¿Cómo querías que te tratara?

Era un sinico, en verdad, es un monstruo- ¡Como una persona y no como una marioneta! ¡Mi único propósito era el que tu me diste; servir a la misión, matarlo yo misma y luego morir!

Mi madre no esta, me siento como una niña atrapada en este cuerpo de adulta, siempre ha sido así supongo, por eso aprecio tanto a Shuu, fue mi primer amor de niña, cuando me enseño lo que era ser una vampiro cuando mi madre no quería decírmelo, el me hablo como alguien normal y no como un fenómeno. Quede atrapada en el tiempo, aún en esa habitación.

-Ya no importa -dijo Shuu- oficialmente renuncio al trono, mi vida queda a mi propia merced, y Erika se ira a mi lado, si es lo que ella decide.

Descubrí que, tal vez, jamas saldré de la habitación, mi claustrofobia me obliga a morir en cada segundo que pasa. Pero su mano tomó la mía, y con dolor me observo sabiendo cada pensamiento que atraviesa por mi mente, ambos sabemos que nuestra infancia fue difícil, y desaparecer todo aquello lo será aun más. Por ello abandonamos el castillo, y bajo los gritos del Rey prometimos no volver.

Al menos no hasta haberlo superado.

capitulo final, ahora solo esperen el epílogo uwu