31: deseo.

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Sus labios se unen en una guerra sin final, el odio que se tenían mutuamente pero que a la vez los hacia necesitarse enfermizamente cada vez más, ese era su más grande deseo llevándonos a querer probar sus sangres una última vez, un oscuro secreto...

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Sus labios se unen en una guerra sin final, el odio que se tenían mutuamente pero que a la vez los hacia necesitarse enfermizamente cada vez más, ese era su más grande deseo llevándonos a querer probar sus sangres una última vez, un oscuro secreto que ambos mantenían en sus recuerdos fingiendo que no existían. El recuerdo de hace un siglo atrás hizo que Eri despertará anteriormente de su pesadilla.

Ahora, el rubio recorre con sus frías manos la piel expuesta de la femenina, provocando jadeos en esta antes que la boca del vampiro bajara por un camino de besos hacia su vientre, su vestido de tirantes para dormir fue quitado junto a la ropa interior, dejando que el viento de afuera chocara con los pezones rosados de Erika.

―A-Ahg.―gimio, tocando estos, notando lo erectos que se habían puesto en segundos.

Ante la imagen frente a el, con una sonrojada chica desnuda tocando su cuerpo sobre la cama, Shuu no pudo evitar sentir su erección palpitar dentro de su pantalon. Tomo las piernas de la rubia, alzandolas sobre sus hombros, dejandolas abiertas para adentrarse en el hueco y pegar su anatomía al centro de ella.

Su ropa se había empapado por los flujos de la excitada vampiro, Shuu comenzó sus movimientos, tratando de no descontrolarse y sacar su miembro para penetrarla de una vez por todas, seria demaciado duro con ella al hacerlo, y no tenían el tiempo para hacerlo. Comenzó un vaivén, simulando embestidas duras, rozando sus partes lo suficiente para generar unos grandes jadeoa en ambos.

La cabeza del chico se hizo hacia atrás mientas continuaba moviéndose, parecía algo simple, pero para ellos era genial, sin la necesidad de sexo estaban a punto de llevar a un rápido orgasmo tan temprano antes de ir a la vuelta de clases en la Academia. Dejando las piernas de la chica como sus pechos entre sus manos, amazandolos.

―¡Ah, Shuu!―grito, pegando más su centro al miembro del joven― ¡Más fuerte!

Tch, que perra, rogando por un poco de mi polla, ¿Quieres que te penetre? ¿Qué te toque con mi lengua?

―Por... ―un jadeo gutural escapo, haciendo sonreír al rubio sobre ella; las mejillas de la chica parecían estallar por el color―, si, quiero que me penetres.

―¿Por qué? Pensé que mis hermanos ya lo hacían bien. ¿Acaso no quieres estar con ellos?

Entre la desesperación, Eri negó repetidamente, tratando de hacerle entender que en ese precisó momento lo único que deseaba era a el, que la rompiera sólo por una vez antes de irse. Siendo sincera, ella no caía tan fácilmente en los juegos de esos hermanos, sabía que ninguno la apreciaba tanto, pero aún así rogaba por el pene de uno. Eran unos enfermos, se querían tanto...

Sus ojos se cristalizaban mientras el más alto pellizcaba sus pezones erectos, estimulando mucho más su cuerpo; una corriente atravesó su espina dorsal en el momento que el Sakamaki simuló una embestida con fuerza, rozando el punto más deseado por Eri. Unos jadeos ocultos con sollozos fueron los que provocaron esa reacción en Shuu, obligándole a incrementar su rudeza al estar a punto de llegar a su orgasmo.

Mordió el cuello de la chica, sacando un gemido en ella.

―¡S-Shuu... y-yo me...

―Yo también.―gruño.

Sólo bastaron unos movimientos más para que el orgasmo tan anhelado de ambos llegará, con sus rostros rojos bañados en una pequeña capa de sudor de separaron, notando los flujos de Eri en el pantalón del joven y seguramente dentro de estos otros más por parte de el. Suspiro, separándose de ella.

Deseaba eso desde hace mucho tiempo, deseaba el cuerpo y la sangre de Erika Madoka, la quería con el y lejos de sus otros hermanos. Pero para eso, debía desistir al cargo de Rey, a pesar de que la idea desde un principio le desagradaba, al final de cuentas había caído en la competencia. Pero casarse con Eva no era algo que le haría feliz.

―Eri ―la llamó, obligándole a levantar si vista, sacándole de su transe post orgasmo― te amo.

Confesó, tomándola por sorpresa.

―Shuu...

Y en un parpadeo, el rubio ya no estaba frente a ella, se había esfumado de la misma forma que siempre.

team shuu,, ¿? en lo personal erika solita me gusta más jwbzjs

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血液 ketsueki  ➵ diabolik lovers ;; au ✔ SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora