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SOYEON

-Eso es joder, se lo merecen- No puedo concentrarme. Había sido una mala decisión ir a estudiar en la sala donde mi padre estaba viendo la televisión, estaba intentando aprenderme nuevamente aquellas formulas que sabía que necesitaría para las próximas clases y aunque los exámenes se hubieran acabado, yo debía seguir estudiando, no podía darme el lujo de relajarme y dejar que alguien me quitará el puesto. Aunque ahora mis planes realmente se estaban siendo parcialmente afectados porque mi padre no dejaba de gritarle al televisor por alguna extraña razón. No solía escucharlo así a menos que algo que realmente no le gustaría lo estuvieran pasando. Cámbiale de canal. Y si, esa era la opción más factible para que dejará de desconcentrarme -Por fin hacen algo bien- Ya hasta me estaba dando curiosidad ver porque estaba tan molesto, pero los números llamaban más mi atención.

-Cariño, Soyeon está estudiando, guarda un poco de silencio- Por suerte mi madre salió de la cocina después de escuchar los gritos y se lo reprochó a mi padre. Era gracioso porque lo estaba apuntando con un cuchillo mientras le pedía que guardará silencio, consiguiéndolo de inmediato.

-Es que esto me pone demalas- Se excusó como si fuera suficiente para andarle gritando a un objeto inanimado que no tenía la culpa de nada.

Y seguía sin cambiarle el canal. 

-Pues ve otra cosa, o adelanta algo de trabajo- Y después de darle una última advertencia, desapareció nuevamente en la cocina.

-Hagan las cosas bien- Aunque le bajo al tono de voz, seguía murmurando cosas que sinceramente no lograba entender del todo, pero que igualmente me desconcentraban.

-¿Qué es tan interesante?- Cuando me di cuenta de que no iba a poder estudiar finalmente me digne a levantar la vista del libro, mirando lo que tanto tenía a mi padre con ese humor.

“Caravana de la comunidad LGTB se vio fuertemente afectada por las protestas de algunas personas quienes a base de golpes los obligaron a abandonar el lugar donde se estaba realizando el desfile”

-Oh, eso es- Pensaba guardármelo para mí misma, pero al final no pude evitar que mis palabras salieran con un poco de fuerza. Aunque mi padre parecía tan metido en su protesta interna que ni siquiera parecía haberme escuchado.

-Y es que se lo merecen- Nuevamente estaba aumentando el nivel a su voz, y sabía que no pasaría mucho para que mi madre regresará y volviera a recriminarle por no bajar la voz.

“Varios participantes del desfile resultaron heridos por la agresiva respuesta de algunos ciudadanos a este día. La policía capturó a varios protestantes quienes serían los presuntos organizadores de esta protesta en contra de este desfile que por años se ha llevado a cabo en el país, siendo una caravana completamente pacífica y que no debería de ser tratada de esta manera”

-¿Pero de que jodido lado estás?- Desvié ligeramente mi mirada del televisor solo para notar como mi padre apretaba con tal fuerza el vaso sobre sus manos, que estaba esperando que este se rompiera en cualquier momento -Deberían mandar a los maricas esos a la cárcel, no a los que estaban haciendo respetar nuestras calles.

-El vocabulario Jeon- Como esperaba, mi madre volvió a hacer acto de presencia en el lugar, esta vez acercándose hasta donde estaba mi padre y tapándole el televisor para que no lo siguiera insultando -Te dije que le cambiarás el canal- Tomó el control que descansaba sobre la mesa de centro y terminó por apagar completamente la pantalla -Adelantaremos la cena porque no quiero que te dé algo mientras ves esas noticias- Y se llevó el control consigo mientras se marchaba nuevamente.

Mi padre finalmente pareció calmarse un poco al no seguir escuchando a la comentarista, dejó el vaso sobre la mesa y se pasó las manos con fuerza por su rostro.

WHAT I CAN'T SAY •SOQI•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora