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YUQI

-¿No te duele?- No sé por cuantos minutos habíamos estado en silencio, y ciertamente fue muy raro que ella empezará la conversación. Pensé que le daba igual.

Solo éramos cercanas por los trabajos y ahora se podría sumar el hecho de que tenemos una amiga en común, pero eso no quitaba el hecho de que me pareciera muy raro que después de tanto tiempo sin dirigirnos la palabra, ahora estuviera intentando entablar una conversación conmigo.

-¿Eh?- Tampoco me quejó. Era mi crush y cualquier tipo de de acercamiento que tuviéramos era el cielo para mí, aunque ya tuviera el poder de dejarme en el suelo simplemente con estar cerca de mí.

-Las perforaciones- La miré de reojo y ella había dejado de jugar solo para apuntar en dirección a mi rostro. Oh cierto.

-Ah, no- Sinceramente no dolía para nada y por experiencia sabría que así sería por un par de horas más. La parte más difícil sería dormir, debía procurar no acostarme por el lado donde tenía las perforaciones si no quería amanecer llorando por el dolor. Con el de mi ceja si tenía mis dudas, era la primera vez que me lo hacía, y aunque había dolido bastante cuando me perforaron, ahora no parecía ser la gran cosa -Como ya te había dicho antes, estoy acostumbrada- Y aunque suene cruel, también estaba acostumbrada al dolor físico, así que no era la gran cosa.

-Eres más insensible de lo que pensé- Solté una pequeña risa mientras asentía. Sabía que tenía pinta de chica que llora por cualquier cosa, pero realmente era muy difícil hacerme llorar.

-En muchos casos es mejor ser así- Sonreí suavemente mientras dejaba a un lado el arma, creo que ya había hecho el ridículo por bastante tiempo. Era terrible para esto y no quería seguir dejándome en evidencia -Creo que me entiendes en ese aspecto- Éramos parecidas, de cierto modo podía verme reflejada en ella. Usando un caparazón para que nadie pueda hacertle daño, supongo que eso me había llamado la atención de ella en un principio.

Aunque ahora que la veía y podía conversar un poco más con ella me di cuenta de que toda su personalidad era increíble, era como si te atrapará después de solo un par de palabras, te atraía, y te dejaba completamente a su merced. No era de extrañar que tuviera como mil pretendientes por todo el instituto, su forma de pensar, su inteligencia, su físico, toda ella te terminaba dejando completamente embobado y enamorado.

En conclusión. Soyeon era toda una obra de arte.

Estaba tan perfectamente hecha que incluso me sentía molesta con las personas que la odiaban y la detestaban solo por no aceptar como era. Jeon le iba a decir lo que hiciera falta a la persona que se atreviera a molestarla, y ese era otro de sus atrayentes, no sé porque algunas personas se lo tomaban tan mal y la atacaban.  

Al no escuchar respuesta de su parte, volví a mirarla por el rabillo de mi ojo, dándome cuenta de que parecía haberse quedado embelesada mientras me miraba, ¿Eso es algo bueno o malo? No era algo que me gustará, de hecho, se me hacía bastante incómodo que se me quedarán mirando, y está no era la excepción.

-¿Pasa algo?- Carraspee suavemente, logrando sacarle de su ensoñación y después de parpadear repetidas veces pareció darse cuenta de lo que acababa de hacer y giró la cabeza en otra dirección. Ow, también es adorable.

-Ah, no, es que tu cabello. Me llama la atención que sea un color tan llamativo- Pero si ella lo tenía rubio. Tampoco era mucha la diferencia entre nuestros colores y no podía quejarme, le quedaba tan condenadamente bien ese rubio que iba a extrañarlo mucho cuando decidiera cambiarlo a otro color.

-Pero me queda bien, ¿Cierto?- Realmente no era muy consciente de lo que hacía, pero podía asegurar que en estos momentos se había formado un puchero en mi labios. Siempre era común hacer ese tipo de gestos cuando no tenía confianza conmigo misma.

WHAT I CAN'T SAY •SOQI•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora