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YUQI

-Si hubiera sabido que tendría que comer junto a el orangután ese, hubiera declina la oferta desde un principio- Mis manos se cerraron suavemente sobre el cubierto al escuchar nuevamente un comentario “inofensivo” de parte del chico que tenía enfrente, mirándome como si fuera la cosa más interesante del mundo, pero claro, solo quería ver cómo reaccionaba ante sus palabras.

Este era el almuerzo más incómodo que había tenido que aguantarme en toda mi jodida vida.

Yoongi por otro lado de seguro estaba disfrutando mucho el jugar con fuego, todos sus comentario con doble sentido estaban empezando a molestarme y sabía que no era la única que estaba sintiéndose así. Soyeon estaba a mi lado, y no había probado bocado desde que empezamos a comer, se le veía bastante tensa, y no era para menos, su padre cada cierto tiempo nos daba miradas para nada amigables.

Sospecha algo. No sabía si tenía algún tipo de detector que le decía la orientación sexual de las personas, pero por la manera en que evitaba a cada costa entablar conversación conmigo, e incluso sus varios intentos para que no me sentará junto a Soyeon daba a pensar que él realmente tenía un sexto sentido que le indicaba peligro.

-Seguramente Yoongi es más peligroso que yo- Mi único delito en este mundo haba sido nacer con un gusto diferente, y eso no me convertía en una delincuente, nunca le había hecho daño a alguien como para que me mirará como si hubiera asesinado a otra persona.

-¿Podrías parar de una vez? Lo digo enserio-  Soyeon no era una persona con mucha paciencia, por lo que me tomó por sorpresa que reaccionará hasta ahora, sus ojos completamente llenos de molestia se centraron en el chico, haciendo que este simplemente sonriera con inocencia -No quiero más- Se levantó de un saltó de su lugar y me miró rápidamente.

-No has comido nada- La mujer de la casa parecía bastante ajena al terrible ambiente que se había creado en el comedor. Amo su inocencia. Aunque también podría estar actuando como si no viera nada.

-Emmm, es mejor que me vaya con ella- Por suerte yo sí que había terminado lo que me habían servido por lo que no dude en levantarme y tratar de llevar los platos a la cocina para lavarlos, pero una mano posándose sobre mi brazo me hizo detenerme en seco.

-Déjalo ahí, yo los lavare después.

-Pero…

-Tranquila. Ve arriba a seguir estudiando con Soyeon.

-Seguro- Hice una pequeña reverencia en su dirección -Muchas gracias por la comida, estuvo delicioso- Miré en la dirección del hombre e igualmente hice una reverencia, aún cuando no estaba mirandome.

-Vamos- Nuevamente sentí una mano posándose sobre mi brazo, pero esta vez Soyeon me obligó a caminar escaleras arriba, ganándonos nuevamente un par de miradas irritadas por parte de Yoongi.

-Debo admitir que no me gusto ese ambiente- Una vez dentro de la habitación de Soyeon caminé hasta su cama, donde volví a sentarme, estaba aparentando estar bien, pero realmente aún tenía sueño, y un fuerte dolor de cabeza estaba empezando a aquejarme -Supongo que me lo merezco- Masajee mi sien suavemente para ver si lograba calmar el dolor.

-¿Crees que puedas estudiar?- La pregunta de Soyeon me tomó por sorpresa, levanté suavemente la cabeza para verla parada a un par de metros con sus brazos cruzados, una clara señal de que tampoco estaba de humor -Quiero acabar esto rápido.

-Podemos hacerlo.

Y no sabía si hizo aquel comentario porque me quería lejos de su casa, o era porque al igual que yo, sentía que lo mejor era que no compartieramos un espacio tan pequeño por tanto tiempo.

WHAT I CAN'T SAY •SOQI•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora