YUQI
Ok, esto era algo que no me esperaba para nada, ni por asomó se me había ocurrido la posibilidad de que alguien nos estuviera escuchando. Ni mucho menos que esa persona fuera Jeon.
Su mirada relajada y tranquila me ponía nerviosa, aunque solo estuviera ahí parada viéndome, mirándome como si tuviera algo en la cara.
-Oh- Mi boca se abrió ligeramente al recordar que tenía un hermoso morado en mi mejilla. Bajé la cabeza rápidamente y volví a colocarme la capucha del suéter para que no me siguiera viendo en ese estado. Era una pésima manera de presentarme ante ella, aunque realmente no fuera mi culpa que tuviera mi rostro así, de todos modos. Era Jeon, por lo que debían entenderme. Ella tiene poder sobre mí y eso que ni siquiera hablamos. ¿Qué será de mi cuando me hable? De seguro seria un espectáculo muy gracioso de ver. Ni te hagas ilusiones, ella no te va a dar ni la hora. No hacía falta que mi mente me desilusionará tan rápidamente, pero igualmente soñar no costaba nada. Así que daba igual.
-¿Por qué te escondes?- Retrocedí un paso al notar que ella se me estaba acercando, o no, a lo mejor solo iba a usar el lavamanos. De todos modos la pregunta si que iba dirigida a mí, porque no espera que hubiera alguien más en este lugar. ¿Y quién es la que se esconde siempre? Sí, era bastante obvio que estaba hablando conmigo -No te voy a hacer nada.
-¿Si?- Me di un golpe mental por la pregunta, pero en verdad que se me hacía extraño que no me tratarán mal o que no me golpearán -Lo siento- Di media vuelta e intenté caminar a la salida lo más rápido posible, ignorando completamente el hecho de que me acababa de ver en una de mis facetas desconocidas, o más que ver, diría que me escuchó.
-¿Por qué te disculpas? ¿Es acaso lo que siempre haces?- Detuve mi caminar al escucharla nuevamente hablando ¿Qué le pasa? Ella no era de hablarme, ni mucho menos de crear “temas” de conversación, por lo que se me estaba haciendo bastante curioso su comportamiento.
-Sí, es lo que hago- Respondí suavemente mientras continuaba en mi posición, no le iba a dar la cara porque seguramente solo sería una conversación que no pasaría más allá de esto, una simple curiosidad por mi comportamiento -Deberías saberlo- No era por ser pesimista pero todos en el instituto me conocían por ser la burla de todos los días, por ser la china lesbiana que bajaba la cabeza y recibía todo tipo de insultos sin chistar. Y tras de eso en algunas ocasiones me disculpaba con los muy malditos que me molestaban, como si yo tuviera la culpa de toda la mierda por la que tenía que pasar.
O a lo mejor si era mi culpa, ser así. Venir a un país donde es difícil que acepten otra nacionalidad.
-No desperdiciaría mi tiempo contigo, por lo que no, no lo sé- Auch. Sentí un pequeño dolor en mi pecho ante ese comentario. Sabía que era un cero a la izquierda para todos, pero que ella ni siquiera supiera que soy el hazmerreir del instituto dejaba en evidencia la poca importancia que podría llegar a tener para ella -Tú no me interesas- Sentí como paso a mi lado, escuchando como cerraba la puerta segundos después, dejándome completamente sola de nuevo.
-Tampoco podía esperar más- Miré una última vez el suelo para después salir e ir a mi respectivo salón, si no estaba mal, estaban a punto de tocar para la entrada a las próximas clases y no quería llegar tarde, menos con ese profesor tan molesto. Estaba constantemente intentando dejarme en ridículo frente a los demás, pero por suerte las matemáticas eran uno de mis fuertes por lo que realmente nunca lograba su cometido.
Mi calculo resultó ser más correcto de lo que pensé porque en cuánto puse un pie dentro del salón, la campana sonó, dando inicio a otras dos horas aburridas de clase. Caminé sin ningún apuró hasta mi asiento, notando que nuevamente tenía todo tipo de mensajes despectivos en mi contra.