SOOJIN
-¿Entonces puedo hacerlo?
-¿En serio me estás pidiendo permiso?- Shuhua parecía bastante indignada por la pregunta que acababa de hacerle y eso que era con mis mejores intenciones.
-Estoy tratando de actuar como una persona decente.
-Pues no me gusta.
Sonreí de lado antes de cerrar lentamente mis ojos.
Sentí su tranquila respiración chocar con mi rostro, y justo cuando nuestros labios se rozaron, mi celular empezó a sonar, indicando que alguien me estaba llamando.
-Debe ser una jodida broma- Solté una pequeña risa al ver como Shuhua soltaba un bufido, girando su rostro a un lado segundos después.
-Lo siento linda, puede ser importante- Me quité de encima de ella y contesté.
-¿Cómo sigues?- Fue lo primero que escuché en cuanto respondí la llamada.
-Hola a ti también SinB- Me pasé una mano por el cabello al mismo tiempo que reía -Y respondiendo tu pregunta, ya estoy mucho mejor.
-Genial. Mira, tenemos fiesta hoy, ¿Vienes?
-Oh- Mi sonrisa pareció agrandarse lo suficiente como para que Shuhua me mirará con el ceño fruncido -¿Dónde?
-Te enviaré la ubicación por mensaje, pero si vienes ¿Verdad?
-Seguro.
-Genial porque me gustaría presentarte a un nuevo pretendiente- Sonreí de lado.
-Gracias por tu preocupación- La escuche reír.
-Entonces nos vemos, ponte bien sexy.
-Solo necesito respirar para serlo.
-Ya extrañaba tu enorme ego- Solté una pequeña risa -Nos vemos entonces- Y colgó.
-Bueno- Miré a Shuhua con una pequeña sonrisa -Agradezco toda tu hospitalidad y amabilidad, pero debo irme- Caminé en la dirección que había dejado una pequeña maleta que anteriormente había preparado para cuando me fuera a marchar.
Bueno, no podía quedarme a vivir aquí, aunque me agradaba bastante la idea, pero igual, no podía hacerlo, así que era momento de regresar a lo malo de esta vida.
-¿A dónde crees que vas?- Shuhua me tomó de un brazo antes de que fuera capaz de alzar aquella maleta.
-Primero dejaré esto en casa- Apunté a la maleta -Después me iré de fiesta, ¿Quieres venir?- Ofrecí.
Y creo que fue una pésima idea decirle lo que realmente iba a hacer porque me sentí asesinada por su mirada como por milésima vez en lo que iba de la semana
-Ni siquiera lo pienses- Su agarré sobre mi brazo se apretó, una clara señal de que no iba a poder salir de aquí con facilidad.
-¿Por qué?- Pregunté confundida -Ya estoy bien- Me moví de un lado demostrándole que las heridas ya no me dolían y mis amadas piernas funcionaban a la perfección.
-He dicho que no…- Y esa parecía ser su única razón para no dejarme ir, la miré por unos segundos antes de idear algún plan que la hiciera enojar y ella misma terminará tirándome fuera de la casa.
-Pero…- He de admitir que me costó bastante pero hice un pequeño puchero mientras la veía -A lo mejor en esta ocasión encuentro al Sugar Daddy que me mantendrá por el resto de mi vida.
-¿Todavía sigues con eso?- Sonreí internamente al sentir aún más apretado el agarré sobre mi brazo. Realmente no era muy fan de hacer enojar a la gente, y menos a Shuhua, porque parecía que podía asesinarme en cualquier momento, pero es en lo único en que soy buena, además ella es bastante fácil de molestar -¿Eso es lo único que buscas en esta vida?