CAPÍTULO 3.

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—Bien, se supone que es aquí. No veo a nadie cerca, talvez fui el primero —hablé con confianza de mí mismo.

Frente a mi yacía un gran claro en el bosque, y en el centro del claro había una pequeña ruina deteriorada, probablemente este era el templo del que había hablado el director Ozpin, en el interior de dichas ruinas había unos pedestales con pequeños objetos encima. Me acerque y observe todos los objetos detenidamente.

—Mira, alguien llego primero que nosotras —alguien hablo.

Esto me puso en alerta, rápidamente, tome mi revolver; estaba listo para disparar si fuera necesario. Pero cuando volteé, vi que se trataba de un par de chicas, concretamente aquella voluptuosa y rubia chica de esta mañana y, a aquella misteriosa pelinegra de ojos ámbar.

Nuestras miradas se cruzaron por un pequeño instante.

—¡Este lugar no fue muy difícil de encontrar! —comento la chica rubia con claro entusiasmo en su voz. Rompiendo el hielo.

—Supongo —dijo aquella pelinegra mientras caminaba hacia mi posición, concretamente, al templo en ruinas en el que me encontraba.

—¿Piezas de ajedrez? —pregunto la pelinegra, confundida. En cada pedestal había una pieza de ajedrez, ya sea dorada o negra.

—¿Simbolizaran algo? —pregunto la rubia.

—Probablemente, solo sé que faltan algunas. Parece que no fuimos los primeros en llegar —hable.

—Está bien, solo tómanos uno y nos marchamos —propuso la rubia. La pelinegra solo asintió con la cabeza en confirmación.

En eso se escucharía el grito de una chica a la lejanía.

—¿Qué rayos fue eso? —pregunto la pelinegra.

«Alguna chica estará en problemas» pensé.

—Oye, ¿escucharon eso? —Yang pregunto, pero no recibió respuesta nuestra, ya que estábamos distraídos mirando algo en el cielo.

—¡AHHHH, CUIDADO ABAJO! —la escuchamos gritar, era aquella niña de caperuza roja cayendo del cielo.

¿Como rayos viene ella cayendo del cielo?

Unos segundos después, cuando no esperaba algo más, Jaune voló desde el bosque de donde sea que allá salido e intento tomar en sus brazos a aquella chica de rojo; pero fallo en cálculos y se golpearon, cayendo los dos entre medio de las ramas de los árboles.

—Este día se está volviendo cada vez más loco —me queje.

—¿Tu hermana acaba de caer del cielo? —pregunto la pelinegra mientras señalaba lo sucedido.

—Eh, yo...

Cerca de las ruinas, saldría del espeso bosque un Grimm Ursa, pero caería muerto en el momento en que salió, debido a una explosión en la espalda del Grimm; ya que realmente estaba siendo montado por aquella chica demente que hablaba con su silencioso compañero.

—Oh, ya se rompió.

—Nora, por el amor de Dust, no hagas eso de nuevo. —hablo aquel chico que la acompañaba entre jadeos.

—¿Esa niña acaba de montar una ursa?

Aquella chica demente paso en medio de nosotros, y, mirando y agarrando una pieza de ajedrez, comenzó a cantar como loca.

—¡Soy la reina del castillo! ¡Soy la reina del castillo! —cantaba y reía de emoción aquella chica.

—¡Nora! —grito aquel chico que la acompañaba.

DE MERCENARIO A CAZADOR - RWBY: Volumen 01 y 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora