Prologo ▶ Todo comienza de nuevo.

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En momentos felices, llega la oscuridad.

«Sabía que esto algún día llegaría», se dijo Tukson a sí mismo.

La pareja frente a él no le dejaría escapatoria, solo podía hacer una cosa, y era luchar.

—Sabemos que resguardas a otro desertor del Colmillo Blanco, una mujer —dijo el sujeto amenazadoramente mientras tiraba un libro al suelo.

—Escuche que piensan irse... Mudarse hasta el lejano Vacuo —decía la mujer de cabellera menta frente a él—. Tus hermanos del Colmillo Blanco no estarían muy contentos al escuchar eso, y tampoco nosotros. Sabes quienes somos, ¿no es así?

Tukson afirmo.

Mientras la chica hablaba, su compañero se encargaba de apagar las luces, para así escurecer el lugar.

—No nos hagas las cosas más difíciles, ¿dónde está la chica? —confrontó con severidad el otro sujeto, y añadió con malicia mientras caminaba a paso ligero—. Tenemos cuentas que arreglar con ella.

—¡Jamás se los diré! —contestó Tukson.

La muchacha frente a él se burló, rio por un momento, y añadió:

—¿Acaso piensas defenderte?

—¡Si! —fue la respuesta de Tukson antes de sacar garras de sus manos y estaba a punto de lanzarse a pelear como una bestia sin control, pero de repente la puerta se abrió y entró alguien que usaba un manto para ocultar su identidad por completo.

Todos miraron al inesperado invitado con cautela, nadie sabía quien era.

—Tienes agallas para entrar aquí —dijo el chico de gris, atento a cualquier movimiento.

La tensión se volvió más grave en la sala con aquel comentario dicho, todo hasta que aquella persona habló, ignorando la clara amenaza que le acababan de dar.

—Tukson, una vez te respete por lo fuerte que eras —comenzó a decir el desconocido—. Sin embargo, mírate ahora. Débil. A punto de morir por mi mano.

Al decir estas palabras prosiguió a quitarse el manto, revelando un rostro conocido para todos.

—Adam.

No se supo quien hablo

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No se supo quien hablo... Pero una cosa sí estaba clara, Tukson reconoció que era más probable que se ganara la lotería diez veces seguidas a salir vivo de esta.

—Con tu muerte, mi venganza será cumplida —decía Adam, pensando que cierta persona había sido asesinada.

«Niebieski... gracias por todo», pensó Tukson para luego agarrar el escritorio de madera con fuerza y lanzárselo a Adam.

Sin embargo, Adam usó su espada y cortó el escritorio a la mitad...

***

Academia Beacon. ...

DE MERCENARIO A CAZADOR - RWBY: Volumen 01 y 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora