DE MERCENARIO A CAZADOR - RWBY: Volumen 01 y 02

CAPITULO 36.

Dia de playa

Era una mañana muy ajetreada, los equipos RWBY y JNPR corrían de aquí a haya, porque estaban en un día de descanso, e iban a la playa.

Días antes Ren y Jaune encontraron un lugar secreto, una playa, en la que había poca presencia de Grimm. Y al comentarlo al grupo, se propuso ir a un día de playa.

Esto nos lleva al presente...

—¡Pyrrha, ¿tienes la hielera?! —grita Nora desde el otro lado de la habitación.

—Si, la tengo —contesta Pyrrha. Obviamente con la hielera repleta de comida y bebidas.

La puerta se abre de golpe, y entra Weiss, quien sus manos lleva una pila de toallas.

—Tengo toallas para todos —dice.

—¿Eso no es exagerar? —comenta Jaune al verla cargar con aquella pila de toallas.

Yang entra a la habitación del equipo JNPR, y esta lucia un alegre atuendo de playa.

—Ok, tengo las sombrillas de playa, el filtro solar —empieza a contar con sus dedos y se detiene—... Oh, no. ¿Dónde están mis lentes de sol?

A lo que una enérgica Ruby pasa a su lado, diciendo:

—Lentes de sol en tu cabeza, galletas en tu bolso. ¡Dia de playa!

—Ya sabia —dice la rubia—, ya sabía... —y procede a colocarse sus lentes de sol.

—¿Por qué hay tanto alboroto hoy? —dice una voz familiar—. No ven que trato de dormir.

Era Niebieski, quien se acababa de despertar.

—Hoy iremos a la playa, ¿recuerdas? Lo propusimos ayer —le comenta Jaune.

—Eeeeeh, no me acuerdo —bosteza Niebieski—. Pero no quiero ir.

En ese momento, siente un aura infernal, y alguien pone la mano en su hombro y empieza a estrujarlo.

—Dices que no vas a ir a la playa con nosotras, ¿Y quién lo decidió? —Yang tenia un semblante serio. 

***

—¡La playa! —gritaron de alegría las chicas al unisonó.

Ya habían llegado a la playa, y era un paraíso excepcional.

—¿Por qué se tardan tanto los chicos? —Weiss reprochó la incompetencia de los muchachos.

—Por eso —dice Blake, y con su dedo señala a los chicos a la lejanía que iban acercándose a ellas.

Cada uno de ellos llevaba un montón de cosas que los estorbaba al caminar.

—Weiss, eres mala —le dice Ruby—. Les hiciste cargar con todo.

—No Ruby, mejor di: "Les hicimos cargar con todo" —le corrigió.

Las chicas rieron por lo que habían hecho.

Mientras tanto, con los chicos. ...

—Nos tienen como esclavos —decía Jaune entre jadeos—, nos hicieron bajar la colina a pie... con sus cosas en hombros.

El pobre chico llevaba las sombrillas junto con la hielera.

—¡Genial! La vista es agradable —dijo Sun, refiriéndose a las chicas.

—¿Y a ti quien te invito? —protesto Jaune.

—¿No es obvio? Me invite a mí mismo —fue la respuesta alegre del chico mono—. Pero aceptémoslo, los bikinis de las chicas están 10 de 10.