CAPITULO 20.

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Luego, él abrió las puertas diciendo:

—Esta es mi amada oficina, no mucha gente le gusta entrar aquí. —Oobleck.

—Ya veo el motivo. —todo estaba desordenado. Con papeles regados aquí y allá, termos y pocillos de café en su misma situación. En el centro había una amplia mesa, en el que tenia muchas cosas de estudio, y en cada estante y repisa había muchas cosas de valor histórico y cosas parecidas que el profesor apreciaba mucho.

En el fondo, había puerta cerrada que conducía a alguna segunda sala. El profesor dejo lo que llevaba en la mesa y se dirigió directamente a aquella puerta.

—¿Se va a quedar allí parado? —dijo el profesor, haciendo señas para que lo siguiera.

La puerta se abrió, encendió las luces, revelando otra oficina, pero esta completamente organizada.

Una pintura gran pintura ubicada en la pared del fondo llamo la atención de del joven Lionel.

—¿Puedo? —pregunto.

—Adelante. —insistió.

Niebieski se acercó a la pintura, y la observo detalladamente. Estaba totalmente impresionado, frente a él, yacía la pintura de un fornido hombre de aspecto bélico. En pocas palabras, un guerrero. Su yelmo dorado estaba tan detalladamente pintado que su rostro podía reconocerse, y de este sobresalía su exuberante cabello rubio. Largas tobilleras en ambas piernas, y el pelaje de algún animal tapándole sus artes, con una hebilla dorada con el símbolo de un león rugiendo en él. También, cubriéndole la espalda, yacía una gruesa capa carmesí. En una mano empuñaba la espada "Lion roar" en su estado inicial, sin ninguna modificación o mejora en lo absoluto, y en la otra estaba un escudo circular.

—¿Lo reconoces? —pregunto el profesor, contemplando igualmente la obra de arte frente a sus narices

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—¿Lo reconoces? —pregunto el profesor, contemplando igualmente la obra de arte frente a sus narices.

—Si... Él es Leónidas Lionel, mi tatarabuelo... Nunca lo vi en una imagen con color como esta, mi padre me mostro dibujos echo a lápiz de mi ancestro y me conto historias, pero nunca de esta manera —Niebieski estaba atónito—... ¿y como supo que yo era de su linaje?

—Pues, ¿no es obvio? —contesto— He estado estudiando todo lo referente a la descendencia Lionel desde años. Creí que la familia Lionel había desaparecido, pero cuando Ozpin me dijo que había un estudiante de apellido Lionel me dio esperanza —tomo lentamente un sorbo de su extraña taza de café que saco de algún lugar desconocido, y añadió—: Pero me alegra que su linaje aun siga en pie.

Niebieski solamente asintió en acuerdo del hombre.

—Una pregunta —comenzó—, ¿Los Nikos y los Lionel no eran grandes enemigos en aquella guerra?

—Ahora que lo menciona —pensó detenidamente con una mano en el mentón—... pues sí —reconoció—, pero eso ya es historia antigua. Una disputa que sucedió con nuestros ancestros hace mucho tiempo. Míreme, profesor Oobleck, Pyrrha y yo somos compañeros y espero que las cosas se mantengan como tal.

DE MERCENARIO A CAZADOR - RWBY: Volumen 01 y 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora