CAPÍTULO 12.

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Niebieski, tan audaz como siempre, se movía en la oscuridad de la noche, recorriendo los múltiples pasillos que Beacon aportaba. Gracias a su estadía estos últimos días como estudiante, estaba familiarizado con el entorno.

Trabajar en la noche le daba ventajas tácticas, como había dicho en su primer día al entrar en Beacon, este lugar tenía buenos puntos y escondites que podía utilizar a su favor, siendo el caso de él, como un experto francotirador. Aunque no había que subirse los egos a la cabeza. Después de todo había alguien mejor que él, y le temía.

Comenzó a correr por el pasillo. Se dirigió a la torre de Beacon. No pasado mucho tiempo, llego Entro por una apertura de los tubos de ventilación, eran estrechos, pero la contextura de Niebieski era suficiente para pasar por allí.

Estando en silencioso corredor, mantuvo a Silent tile con un agarre firme, y el dedo en el gatillo por si lo tomaran desprevenido. Cambio de posición, se dirigió al ascensor principal que conducía a la oficina del director Ozpin..., pero claro, no iba a subir, si no lo contrario. Según los planos adquiridos, abajo, en el sótano, estaba uno de sus objetivos.

Entro al ascensor, anulo su invisibilidad inspecciono su scroll.

—Que bien, todo va según lo planeado —una sonrisa se dibujó dentro de su máscara—. Espero y no hayan encontrado todavía a Ruby. —murmuro.

Con una navaja destapo el panel del ascensor, movió y corto unos cables aquí y allá, hackeo el ascensor. Esto no le tomo mucho tiempo, finalmente presiono un botón en el ascensor y este, obedientemente, bajo. Una bóveda secreta construida bajo la escuela.

Un incómodo silencio se apodero del lugar mientras bajaba.

—Esta es mi parada. —dijo mientras el ascensor llegaba a su destino.

Las puertas se abrieron, revelando un extraño, pero amplio lugar. Las baldosas eran impecablemente blancas, y a los costados había muchos pilares sosteniendo el techo para que no se derrumbara el lugar. En cada pilar había unas antorchas con flamas verdes, iluminando todo.

—¡Wow! Esto es enorme —expreso el joven mercenario, sorprendido por la extrañes del lugar.

«Este lugar es inquietante», pensó mientras avanzaba. Lo único que se escuchaban eran sus pasos y el eco provocado por estos.

Al final del camino, había algo sorprendente. Había una especie de maquinaria atlaciana: mostraba tres pantallas en el centro, mientras que en los extremos había una especie de... ¿cámara medica?

Lentamente, el joven mercenario se acerca al cristal, lo limpia y ve el interior. Una joven muchacha yacía dentro, inconsciente, en un sueño artificial. Monitoreada constantemente por estas máquinas.

Por primera vez en su vida no sabe qué hacer. Según sus datos adquiridos de la misión, tenía que eliminar a esta "criminal". Pero si era así, ¿por qué Beacon la tenía aquí en primer lugar? ¿No se supone que ellos son cazadores que protegen a la gente de criminales y criaturas Grimm?

¿Había algo que no le estaban contando?

«Lo dudo... siempre he obtenido información de confiar», reflexiono ante su interrogante. Pero al final se arto y decidió no le darle vueltas al asunto y se dispuso a completar su trabajo.

—¡Alto! ¡Deténgase allí!

Niebieski volteo para encontrarse cara a cara con aquella persona responsable del lugar.

Sin embargo, el mercenario ignoro su grito.

Desenfundo la espada rápidamente, no había tiempo que perder. Su espada estaba en pleno movimiento, tratando de golpear a su oponente.

DE MERCENARIO A CAZADOR - RWBY: Volumen 01 y 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora