Aquella Flor.

Lluvia

Han pasado un par de semanas desde que el par de peliverdes se vieron por primera vez dentro de sus sueños, tal como lo había dicho uno de ellos, nuestro protagonista no recordó absolutamente nada de de lo que sucedió en aquel reencuentro, sólo se levantó con un pequeños dolor de cabeza y fue todo.

Retomando el tiempo actual, el albino se despertó de un profundo sueño que le permitió descansar bien después de la tremenda paliza que Mirko le dio en su entrenamiento.

Izuku: ¿Desde cuándo los conejos son tan peligrosos?

Lentamente se levantó de su cama, una vez sentado en la orilla se percató por su ventana que era un día inusualmente lluvioso, incluso tenía una notificación de las noticias en su celular de que habría mucha lluvia.

Se levantó y miró por la venta, el agua caía desde el cielo en forma de gotas cristalinas que daban una hermosa imagen para una mañana, el sonido del agua relajaba su mente pues era tanta la armonía que le hacía sentir paz.

Izuku: Amo la lluvia.

Pasaron un par de minutos en los que que observó el hermoso paisaje por fuera de su ventana hasta que algo totalmente inusual vino a él.

Sintió como algo rasgaba su garganta como si la desgarraran por dentro, por propio instinto este tosió, al abrir los ojos se llevó una gran sorpresa que para nada se esperaba. De su garganta, después de haber tosido salieron pétalos de rosas, sí, así como se oye, de su garganta habían salido pétalos de rosas que llevaban sangre sobre ellas.

Izuku: ¿Que mierda?

Este se asusto un poco, quiero decir, no es para nada normal que de la nada salgan pétalos de rosas de tu garganta. El chico llevó ambas manos a la boca tratando evitar toser de nuevo, pero fue una mala idea, pues al contener más la toz sentía como estaban más en su garganta, este abrio la boca y salieron mas pétalos e incluso pétalos de otras flores.

Izuku: ¿Que diablos me pasa?

De golpe, aquel dolor que provenía de su garganta al igual que los pétalos se detuvieron y lo dejaron como si nada hubiese pasado.

Izuku: ...Supongo que... no tengo ni idea de que pasa, de todos modos no debo mencionar nada de esto.

Sin perder más el tiempo se metió a bañar y después se colocó el uniforme, bajó a desayunar y mientras bajaba notó que había un silencio inusual en el edificio de la clase A.

Una vez que desayunó fue a lavarse los dientes, tomó una sombrilla y se dirigió hacia su salón. Durante el camino también se dio cuenta que había muy pocos alumnos ese día y que de igual manera el número de maestros era demasiado bajo para un día normal.

Este entró a su salón y se sentó en su asiento que se encontraba por un lado de la ventana, la primera maestra en atender su clase fue la heroína Midnight quien daría las clases de Algebra avanzada, las cuales eran bestialmente aburridas.

Izuku: [Debería ser algo complicado y no tan aburrido]

Midnight: Tohsaka, por favor dinos la respuesta del problema 13.

El ahora peliblanco miró de reojo que las miradas se centraban en él presionándolo a responder. El chico tomó su libreta y se aclaró la garganta.

Izuku: 327 a la potencia de 12.

Midnight: Exacto, ¿Sabes? Nunca había tenido tantos alumnos que comprendieran estos temas.

Izuku: Supongo que... ¿Gracias?

Midnight: Cómo sea. El día de hoy no tendrían tarea de ningún maestro, serán libres este Jueves de hacer lo que quieran. Bien ahora vayan con sus héroes, el entrenamiento está por comenzar, si no me equivoco incluso ustedes saldrán temprano el día de hoy.