Nadie se mete con los Gambino [MarbellaVice] (Pausada Un Tiempo)

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¡Hola!
Simplemente quería daros las gracias por el apoyo a este nuevo fic, espero que os vaya gustando tanto como a nosotras nos divierte el escribirlo <3.

Quería comentar también que tuvimos un fallo con las edades, ya que Toni es tres años mayor que Carlo, así que tuve que corregirlo. Si a lo largo de la historia veis algun fallo de ese tipo donde las edades no cuadran, pasar un poco de él porque quizás aunque voy a revisarlo todo bien y arreglar varias cosas, puede que se me pase. Además en el directo de hoy dijeron que eran de Venecia, asi que modifiqué ese detalle también. Y eso era <3

Trataré de actualizar lo más
seguido que pueda

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—¿Y ahora qué? –preguntó Toni

—Ni idea, ¡pero ahora mando yo! –se señaló a si mismo con el pulgar orgulloso– ¡Bien! Vamos. –empezó a caminar a algún lado al azar– A mamá le gustan las frutas. Agarremos algunas del puesto de la otra calle. Esas que están como escaparate.

—¿Y eso quien lo dice? ¿tu? –respondió cruzando sus brazos mirándolo de arriba a bajo mientras lo acompañaba.

—¡Si! Ahora soy el jefe. –sonrió caminando con bastante más ánimo. Era como si lo de su padre nunca hubiera pasado– TU me estás siguiendo a MI.

—Pues a lo mejor no quiero seguirte y me tienes que seguir tú –se paró en seco– Yo soy el mayor aquí, así que mando yo.

—¡Si ni siquiera querías bajar de la ventana! Soy el más valiente de los dos, merezco un premio –sonrió orgulloso con casi todos sus dientes.

Toni gruñó con algo de rabia volviendo a comenzar a caminar algo más rápido

—Pues igualmente mando yo –lo adelantó, agarrando la manga de su chaqueta con fuerza– ¿Vas a robarlo?

Carlo asintió mirándolo fijamente

—¿Es obvio, no? –murmuró– No es por nada. Ese tipo tiene comida y nosotros no. Además que tiene muchísima fruta, solo le cogeremos tres naranjas y manzanas, y ya. No creo que sea para tanto.

—Pero mamá dice que no es bueno robar. –giró su cabeza a mirarlo sin dejar de caminar en ningún momento– Yo no voy a hacerlo, lo haces tú, yo lo entretengo, así, si pasa algo es tu culpa.

—Mama también dice que no está tan enferma. –dijo mirándole con el ceño algo fruncido– Bien este es el plan... –calló unos segundos como si estuviera pensando en el mejor plan posible– Lo cojo y salgo corriendo. –concluyó– No parece tan difícil.

—Te van a pillar, necesitas mi ayuda –le sonrió orgulloso agarrando su moflete– A lo mejor si hago un drama puedo conseguir que me de alguna fruta también, soy experto.

Carlo frunció el ceño, ladeando sus labios.

—Quizás si finges que te da un ataque de calor o algo así te den algo –susurró– Pero yo cogeré mi fruta por mi cuenta. –se señaló a si mismo con el pulgar– No es la primera vez que hago cosas así, a veces también le quitó el almuerzo a los de mi clase –sonrió orgulloso.

—Bueno, haz lo que quieras, como siempre –rodó los ojos separándose de él en un leve empujón para dirigirse a uno de los tenderetes que había a lo largo de la calle.

Viendo que el hombre estaba colocando las frutas, se colocó detrás suya y se tiró al suelo dando un gran grito que hizo llamar la atención de los allí presentes.