33

661 116 49
                                    

Antes de nada aviso una vez más que esta es una historia alternativa al rumbo original de la historia de los Gambino, por lo que puede ser que algunos personajes que aparecieron en Marbella y eran aliados de los Gambino, en este fic sean todo lo contrario. <3

------------------------------------------------------------

Toni había estado mirando últimamente sobre las zonas donde la gente iba más a comerciar con drogas, y la mayoría de las grandes ventas se realizaban en el norte de la zona, concretamente en el pueblo de Paletos.

Carlo condució a toda velocidad hacia allí, y aún comiéndose varios radares por ir a más de doscientos kilómetros por hora, tardaron alrededor de quince minutos. Pero por fin, llegaron.

—Que pueblo más... Tranquilo –comentó Toni mirando por la ventanilla– Supongo que estaré acostumbrado a las ciudades grandes de Italia como Venecia o Roma o Florencia.

Aparcaron el coche en un parking y comenzaron a caminar por las calles de aquel pueblo mirando a todos lados. La gente era realmente antipática, si te chocabas con alguno por la calle este te comenzaba a insultar de vuelta, aunque hubiera sido sin querer.

—Joder, que humos... –susurró Toni masajeandose la nuca– Eh, mira, mira –susurró de repente agarrando la camisa del otro– Ponte la mascarilla, ahí hay unos tipos vendiendo droga –señaló mientras se subía su mascarilla negra.

—Perfecto. –sonrió Carlo mientras se ponía una máscara y sacaba su navaja– ¿Empiezas tu? Te concedo los honores.

—¿Si? Bueno, pues cubreme por si acaso –lo miró sorprendido para luego girarse a mirar a ambos chicos.

Se acercó lentamente por las espaldas hasta que sacó su navaja y la colocó en el cuello de uno de ellos

—Shh... –susurró– Tú –señaló al chico que estaba libre con el dedo– Te mueves o haces algo y estás muerto. Tú y tu compañero. Ambos.

El otro retrocedió asustado pero chocó con el rubio cenizo, que agarraba una navaja, su expresión amenazante por debajo de la máscara lo paralizó.

—¿Y bien? Deberán respondernos a algunas preguntas si quieren salir con todos sus dedos.

—Correcto –asintió mientras caminaba con este hacia un callejón– Hemos estado viendo que vendeis droga y es un tema que bueno, nos interesa bastante. Tampoco os vamos a robar ni a matar.

Miró hacia Carlo.

—Bueno, quizás mi compañero sí, pero ese no es el caso. Queremos... saber de dónde sacáis la mercancía.

—No vamos a hablar... –murmuró uno de ellos

—¿Ah no?

—¡Mira, Fred! No van a hablar. –dijo sobreactuadamente feliz– ¡Que bien! Ya tenía muchas ganas yo de ver algo de sangre. –empezó a reír manteniendo la navaja y sin dudar para nada le hizo un pequeño corte en el brazo al que tenía– Chilla... Chilla como un maldito cerdo... ¡TÚ! –señaló al otro– ¿Quieres ver como tu amigo es masacrado?

—No, no... –susurró el otro mientras se movía nervioso.

De repente, este pisó con fuerza el pie de Toni, haciendo que el rubio lo soltara instantáneamente.

—¡Agh, hijo de puta! ¡Qué putos zapatos lleva! –gritó viendo como el otro se marchaba corriendo– ¡Eh!

Toni lo siguió, observando de lejos como este encendía el móvil y pulsaba un par de veces en la pantalla. El otro también intentó huir pero Carlo lo agarró con fuerza de su cuello clavando sus uñas.

Nadie se mete con los Gambino [MarbellaVice] (Pausada Un Tiempo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora