41.- La huida II. (P)

382 23 1
                                    


Era una noche fría y oscura, Draco estaba durmiendo apaciblemente y a su lado Blaise Zabini descansaba como hacía mucho tiempo que no lo hacía y todo porque su amigo estaba allí.

Habían vivido sus más y sus menos, pero Blaise sabía que su amigo haría lo posible por ayudarle y que algún se iban a encontrar y efectivamente no se equivocaba. Sonó una alarma en la habitación y los dos se pusieron en pie de un salto, se miraron y se abrazaron antes de salir.

Pansy se despertó repentinamente al oír una alarma en su cuarto, ya era la hora, cogió el material que Draco le pidio y que se había preparado horas antes y salió de la habitación.

En las mazmorras hacía un frío intenso que calaba hasta los huesos de los chicos, que estaban acurrucados cogiéndose las piernas para intentar darse calor. Estaban resentidos con Draco, ya que el chico los había abandonado, no sabían nada de él, solo sabían que no podían confiar plenamente en él, después de 5 años sin saber nada de él no tenían muy claro cual era su posición, por que si bien les había ayudado agrupando gente, también les había conducido a aquella trampa.

Harry miraba a Ginny através de los palotes con tremendo amor, y Ron y Luna hacían lo mismo, intentaron crear un buen ambiente, sin embargo era imposible, ya que lo único que destilaban aquellas paredes era dolor y pena, paredes ensangrentadas de otras agresiones que si pudieran hablar seguramente, preferirían quedarse calladas por todo lo que habrían visto.

Escucharon pasos por los pasillos y todos se pusieron alerta, Hermione ardía en fiebre y no se enteraba de nada de lo que pasaba, sus amigos compartieron miradas, sin emabrago al mirar a la castaña, vieron que sudaba y que tenía los ojos cerrados cosa que les preocupó. Vieron aparecer a una chica de negro, se sentó en medio de las rejas y conjuró un hechizo con los ojos cerrados, aún no la conocían, ya que Pansy se movía muy bien en la oscuridad y en ningún momento se dejó ver.

Las rejas se abrieron y en aquel momento Draco y Blaise hicieron aparición, cogieron la maleta que había al lado de Pansy y repartieron pociones entre los chicos que estaban completamente anonadados por el despliegue silencioso y profesional que hicieron, se levantaron todos y tomaron las pociones, sin embargo vieron que Hermione seguía en el suelo sudando y con los ojos muy apretados, Draco se acercó a ella y le pegó unas cachetadas, sin embargo no reaccionaba. Blaise ayudó a Draco y sacaron a Hermione de la celda, para que Pansy dejara de decir el conjuro y pudieran cerrar las puertas, al encontrarse todos en el medio se quedaron alrededor de Pansy, ésta se levantó del suelo y empezó a hablar.

- Bien, las pociones son para atrevesar muros, así que intentad que no os vean por que no podemos hacer poción para la invisibilidad, solo teneis que salir, si os separais, os separais y punto, no quiero que unos nos quedemos por otros, esto es muy peligroso, así que en cuanto salgáis echad a correr!- todo asintieron y se despidieron con lágrimas en los ojos. – os parecéis en el centro de Londres, allí en media hora, quien no esté que se apañe.

- No crees que te estás pasando?- preguntó Harry.- no pienso dejar que mi novia se quede por ahí sola.

- Yo tampoco puedo dejar que mi mujer esté sola, tenemos una hija por Merlin!- se quejó el pelirrojo.

- Wesley, ya vale de lamentos, la vida es así, así que ya os apañáis, tenáis media hora desde ya.

Todos salieron por la puerta, Draco le hizo tragar la poción a Hermione y la cargó en sus brazos. Blaise salió disparado detrás de Pansy, allí no había amigos que valieran.

Empezaron juntos atravesando muros, sin emabrgo Draco iba más lento y decidió ir de pasadizo en pasadizo, no correr por correr, miraba a todas partes para ver si había algún mortífago cerca y se deslizaba como toda una serpiente en silencio y ágilmente. Pasados los pasadizos dio con un muro exterior el cual atravesó y se vio en los jardines, solo tenía 15 minutos para llegar al sitio estimado hasí que bajó a Hermione y le hizo un hechizo locomotor para que fuera detrás de él sin tener que cargarla, corrió con todas sus fuerzas, intentaba aparecerse en cada momento sin mebargo no estaba aún fuera del recinto de aparecerse, siguió corriendo ladera abajo, solo quedaban 5 minutos y aún no podía parecerse.

Harry, Ginny, Ron y Luna empezaron a correr en la misma dirección travesando muros a diestro y siniestro, las chicas estaban agarradas de las manos de sus parejas, tapándose la cara cada vez que atravesaban un muro, Harry miraba a todas partes, sin embargo no sabía donde estaba, se paró de golpe ya que había notado una brisa en el siguiente muro, pasó la cabeza, pero su sorpresa fue al ver que se trataba del acantilado, así pues tenían que seguir corriendo en otra dirección, de repente sonaron alarmas en el castillo y entonces no tuvieron tiempo de pensar, empezaron nuevamente a la carrera, cuando notaron que decenas de mortífagos los perseguían, sin embargo gracias a la poción pudieron escapar sin muchos problemas, al salir vieron delante a Draco y a Hermione, y lo siguieron, estaban lejos y quedaba poco tiempo, los chicos aceleraron el paso, las chicas sudaban, estaban agotadas y no podían seguir el ritmo de sus parejas, pero un instinto de supervivencia sacó toda la energía que tenían dentro dándoles fuerza para continuar el trayecto, al poco vieron como Draco se desaparecía y con una sonrisa en la boca los chicos hicieron un último sprint y se desaparecieron.

Aparecieron en el centro de Londres y allí estaban esperándoles Pany y Zabini con un traslador en la mano, nada más aparecer todos se transportaron y llegaron a unos metros de una casa, corría una suave brisa y había humedad en el ambiente. Harry se giró y sonrió a su novia, aquel paraje tropical les iba a dar la calma que tanto necesitaban.

Pasión [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora