Episodio 11 - Verdaderas Intenciones

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Era tarde en la noche, el equipo celestial, Jiang Cheng y los hermanos Jade se encontraban en un restaurante privado celebrando la firma de contrato que obtuvieron con los hermanos Nie.

Al principio, tanto Zixuan como los juniors estuvieron muy molestos por no haber sido comunicados del plan, fue solo hasta que Wei Ying le explicó que ellos no iban a ser capaces de actuar ante esa presión.

–Tienes razón, –respondió– capaz nos hubiéramos empezado a burlar de todos y se hubiera jodido la misión.

Cruel pero cierto.

Al final, Wei Ying no dijo nada referente al último correo que recibió, no estaba seguro de si era mentira o verdad, pero prefería descubrirlo el mismo antes de dar algún veredicto.

–Te ves distraído Wei Ying.

Lan Zhan le dijo mientras se acercaba y se sentaba junto a él.

–Fueron unas semanas duras, desde que entre aquí ha sido un corre corre sin parar. –empezó a reir. –No hubiera imaginado que hubiera resultado de esta manera.

–Fue justo y necesario Wei Ying. Esa basura tiene que ir a la cárcel, pero antes debo destruir su compañía. –le dio el vaso que tenía en la mano. –Pero hoy tenemos que celebrar nuestra primera victoria.

Wei Ying lo tomó con desconfianza, no era porque creía que tenía algo o no en la bebida, sino que ya había tomado demasiado, no quería embriagarse.

Pero tampoco le podía rechazar la bebida a Lan Zhan, así que decidió beber un poco.

–Vamos hombre, bebe un poco más.

Si lo miraba con esa sonrisa, como puede decir que no.

Pero Lan Zhan no sonreía porque Wei Ying había bebido la bebida, ni siquiera lo hacía porque hoy tuvo una victoria sobre el bastardo de Wen Ruohan... No.

Lo hacía porque había comenzado la segunda parte de su plan, una que involucraba a un pequeño Loto Rojo junto a él.

Lan Xichen veía fijamente a Jiang Cheng mientras él estaba sentado bebiendo. Jiang Cheng no era imbécil, sentía el agujero en la nuca provocado por Xichen.

Pero no tenía tiempo de pensar en eso, aún se preguntaba, cómo coño había terminado de esa manera?. Tenía que hablar urgentemente con Nie Mingjue, han hablado tanto que él estaba enterado de la historia que tenía con el mayor de los Lan, pero nunca le había dicho que se trataba explícitamente de él.

Pero si Xichen se enteraba...

Tenía miedo de que cometiera una estupidez y arruine la alianza que les costos obtener hoy.

Estaba tan distraído que no sintió a Xichen detrás de él.

–Luces muy caliente hoy... A-Cheng.

Jiang Cheng se sobresaltó cuando sintió un cálido aliento justo en su oreja.

–Sr Lan, al parecer no ha perdido la costumbre de hablarle a las personas por detrás de la oreja.

–Si eres tú, dudo algún día perder esta costumbre.

Jiang Cheng estaba cansado de este tira y afloja con Xichen, necesitaban poner las cosas claras sobre la mesa antes de que fuera más lejos.

–Xichen, esto deber parar. –Jiang Cheng suspiró. –Estoy harto de esto, harto de tener que estar pendiente de cada paso y que no estés detrás de mi dónde literalmente, estás susurrándome en la nuca.

Jiang Cheng mostraba un rostro agotado.

Ver a Xichen hace un par de días ebrio fue la gota que derramo el vaso.

El Jade y El Loto (WangXian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora