El Jade y El Loto (WangXian)

Episodio 16 - Cambio

Jiang Cheng estaba entrando a la oficina cuando vio un ramo de rosas rosadas sobre su escritorio.

No pudo evitar sonreír.

Desde hace dos semanas Xichen le enviaba un ramo de rosas rosadas y la colocaba en su escritorio. Tenía que admitir que la primera vez se espantó, ¡había casi 50 rosas allí! Aunque ese ramo solo tenía 31.

Xichen le mandaba un ramo con una rosa menos cada día dando a entender que la fecha de la lectura del testamento se acercaba.

–¡Que lindas flores Jiang Cheng!

Jiang Cheng se volteó y vio a Wen Qing acercándose a él.

Desde que entró al equipo de su tío se volvieron buenos amigos, además de que la hija de ella era una ternurita.

–Sí, lo son. Aunque las prefiero rojas. –se río por dentro. Sabía que Xichen estaba escuchando, y que le enviaría mañana rosas rojas.

Pero sinceramente, veía otra rosa rosada y haría un berrinche.

–Por cierto, ¿cómo ha estado el Sr Wei? –la voz de Wen Qing sonaba preocupada.

–¿Mi tío? –ella asintió. –¿Qué pasa con él? Yo lo veo igual de siempre.

–Pues... Ha estado distraído estos dos últimos meses. –respondió. –Ya casi no está en la oficina del equipo celestial, sólo envía ordenes desde la computadora.

–¿De verdad? –Cheng estaba sorprendido.

Su tío siempre estaba junto al equipo celestial.

–Ahora que lo pienso tienes razón, ya casi no se encuentra en la oficina.

–¿Será que tiene novio? –Wen Qing se emocionó.

–¡Sí, debe ser eso!

Jiang Cheng le siguió la corriente, pero sabía que algo andaba mal.

Así que decidió que tenía que hablar primero con Zixuan, y depende de lo que él le dijera hablaría con su mamá.

Quizás su tío se estaba enfocando tanto en Lan Wangji que se estaba olvidando de su propio trabajo.

De repente sintió que su teléfono estaba vibrando, y cuando revisó, se dio cuenta de que era Xichen.

"Espero que te hayan gustado las flores, cada día que pasa es un día menos para formalizar nuestra relación.

No puedo esperar.

–Xichen"

Jiang Cheng se sonrojó.

Le gustaba mucho ver ese lado tierno de Xichen con él. Siempre le enviaba ese tipo de mensajes luego de que el veía las flores.

Solo faltaban 30 días para que se acabara la espera.

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Eran las 7 de la noche cuando Zixuan aparcó frente a la casa de la casa de Madame Yu, sentía que sus piernas temblaban como un terremoto de magnitud 10 al momento de tocar el timbre.

Trataba de que la mano donde sostenía el ramo no se moviera tanto y lo hiciera parecer como si estuviera muriéndose de miedo.

Aunque ese fuera el caso.

Cuando abrió Yanli soltó un suspiró y trató de calmarse un poco.

–Hola bebé. –le dio un pequeño beso en los labios.

Necesitaba calmarlo antes de que se desmayara el pobre.

–H-Hola. Tu mamá...

–Ya está adentro, –lo interrumpió Yanli. – quería abrirte, pero preferí hacerlo yo. Sabría que estarías así. No te preocupes, todo va a salir bien con mi mamá.