Episodio 10 - Hermanos Nie

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Jiang Cheng no podía creer lo que estaba viendo.

Nunca había visto a Xichen borracho hasta ese punto. Tenía la chaqueta en una silla, los primeros botones de su camisa desabrochados y la mesa donde estaba sentado estaba rodeado de botellas de alcohol vacías.

Estaba desmayado en el mueble, un poco más y caía al piso.

Jiang Cheng se acercó a él y lo sacudió:

–Lan Xichen. –siguió sacudiendo su hombro– Xichen, despierta.

Cuando Xichen abrió los ojos pensó que seguía soñando, así que empezó a acariciar el rostro de Jiang Cheng.

–A-Cheng, ¿eres tú? –Xichen tomo su rostro y se acercó a sus labios. –Debes ser tú.

Y le dio un beso tierno en los labios.

Pero se quedó dormido.

En esos momentos Jiang Cheng estaba pensando si su decisión de dejarlo había sido una buena idea...


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Era un día oscuro, parecía que en cualquier momento podría llover. Pero era el clima ideal para lo que sucedería ese día.

El piso de reuniones de Defensa del Estado estaba lleno de una fuerte tensión de tal manera que cualquiera podría haber tomado un cuchillo, cortarla y, aun así, seguiría la misma tensión.

En un lado de la mesa estaba Lan Wangji y Lan Xichen vestidos con un traje blanco hecho a medida, mientras del otro estaba Wen Ruohan con un traje negro con bordes dorados.

El odio entre ambos era tan palpable que no cualquier podría estar allí sin sentirse afectado.

–Jades Lan. –empezó a decir Ruohan. –Veo que lucen bastante bien, aunque considero una vergüenza que estén ambos aquí con un traje blanco cuando están bañados de tanta sangre.

–Lo mismo digo. –respondió Xichen. –Aunque claro, con tu traje negro sería imposible verla.

–Al menos no trato de lavarme las manos a costas de otros como ustedes lo han hecho. –se burló Ruohan. –No sabía que el pasado fuera tan fácil de olvidar.

–No lo es. Pero prometo vestirme de rojo cuando tu estés muerto. –esta vez respondió Wangji.

–¿Así como lo hiciste con tus padres?

Lan Zhan lo observo de manera fría mientras buscaba la manera de aplastarlo como la cucaracha que era, pero se dio cuenta que los hermanos Nie estaban entrando a la sala de conferencia y tenía que controlarse.

Mientras que Jiang Cheng se quedó con la boca abierta.

El chico con quien hablaba en Tinder... ¡¿Era Nie Mingjue?! ¡ ¿Ese Nie Mingjue?!

Diosito estaba aburrido y tenía ganas de divertirse con su vida, estaba más que claro. Porque no había otra explicación para justificar que el chico con quien estaba tratando de olvidar a Xichen era el mismo que podría tener el contrato con ellos y verlos durante todos los días, a ambos, juntos.

Maldita sea, este es el karma por burlarme de mi Pavo Nerd. –pensó Jiang Cheng.

–Muy bien, como saben somos los hermanos Nie, yo soy Nie Mingjue, soy el líder de la parte de seguridad y él es mi hermano Nie Huaisang, es el líder de la parte de tecnología.

–No me importa si el trabajo está completo o no, o si derramaron lagrimas haciéndolo. –continuó Huaisang. –Si presentan una porquería, es mejor que no vuelvan a mostrar su rostro aquí.

El Jade y El Loto (WangXian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora