Wei Ying se levantó primero con un fuerte dolor en la cadera. El no haber tenido sexo desde hace más de un año y que además, Lan Zhan haya sido tan apasionado con él le estaba pasando mucha factura a su pobre espalda.
Pero sentía que valía la pena cuando observo a Lan Zhan acostado a su lado, durmiendo profundamente.
Wei Ying sabía que esta imagen nunca le aburriría por el resto de su vida.
No sabía que había hecho para merecerlo.
Se levantó con mucho cuidado tratando de no despertarlo y se fue a la cocina a prepararle el desayuno.
Hoy tenía un día muy ocupado en su trabajo, al haber sido aprobado el sistema que crearon para los Nie, tenía que ponerlo en marcha lo antes posible, hacer las pruebas necesarias para que la simulación sea la indicada, ya tenía la base, pero aún necesitaban mejorarlo.
Pensando en eso, decidió hacerle un desayuno inglés a Lan Zhan. Su mamá le enseñó a cocinar diciéndole que cuando fuera grande y tuviera pareja, él pudiera llevarle desayuno a la cama a la persona que amaba y que la comida no estuviera quemada.
Cuando vio que los panqueques el café estaban listos, decidió llevarlo al cuarto.
–Lan Zhan, despierta. –Wei Ying sacudió el hombro de Lan Zhan con cuidado. –Es hora de despertar, –sonrió. –así que arriba.
Cuando Lan Zhan abrió los ojos, lo primero que vio fue a Wei Ying sonriéndole, eso le dio una puntada en el corazón.
Se sintió avergonzado, sentía su cuerpo limpio, eso quería decir que Wei Ying lo limpió mientras estuvo inconsciente después de lo que pasó.
–Wei Ying, despertaste temprano. –le dijo con voz suave.
–¡Sí! Quise hacerte el desayuno. –puso frente a él lo que había preparado. –Espero que te guste.
–Seguro me encantará.
Nunca nadie le había llevado desayuno a la cama a Lan Zhan, ni siquiera sus padres en su cumpleaños. Al ser pobres, ellos tenían que trabajar todo el día, así que no podían darse tiempo para eso, y ya siendo adultos, sus amantes venían y se iban rápidamente, cuando él despertaba no estaban, así que nadie había tenido ese trato por él.
–¿Te gustó? –Wei Ying estaba nervioso.
–Sí, me encantó. Nadie me había hecho la comida antes, gracias Wei Ying. –le sonrió de manera sincera.
Lo único sincero que le había dicho en mucho tiempo.
–¿De verdad? ¡Me alegra tanto ser el primero! –Wei Ying lo abrazó con cuidado, tratando de no derramar la comida. –Siempre te daré un delicioso desayuno a la cama Lan Zhan, mientras estemos juntos, no tienes que preocuparte por eso.
Luego le dio un beso corto en los labios.
–Bueno, –continuó. –deberíamos ir vistiéndonos. Tenemos un día largo en el trabajo. –señaló su armario. –Puedes usar cualquier traje, hay varios nuevos allí y creo que ambos somos de la misma talla.
Le sonrió por última vez a un estático Lan Zhan y luego se metió en el baño.
Lan Zhan sintió una puntada en el corazón, nadie lo había tratado así jamás. Por primera vez en su vida sintió que alguien, además de su hermano, se preocupaba porque él estuviera bien.
–¡Wei Ying!
Wei Ying salió del baño cuando Lan Zhan lo llamó, menos mal aún no se había desnudado.
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El Jade y El Loto (WangXian)
Ngẫu nhiênEn un callejón oscuro a mitad de la noche suena un disparo. -Debí haber dicho que no.-Lo dijo mientras una sola lagrima caía silenciosamente por su mejilla. Una serie de sucesos llevan al hacker profesional "Loto Rojo" conocer al temible "Jade Bl...