Capítulo 1

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A 10 minutos del palacio real; en una pequeña, acogedora y humilde casa hecha por palos de bambú resistentes, Anastasia se levanta de su cama rápidamente, ya que hoy tiene muchas cosas que realizar, tanto aquí en su hogar, como en su trabajo en las granjas de la realeza.

Pero hoy era un día especial. Su nana abuela está de cumpleaños y piensa darle una sorpresa luego de tanto sufrimiento por su enfermedad. Anastasia tiene planeado llevarle el desayuno a la cama antes de que ella despierte.

La jardinera corre hacia el baño para llevar a cabo sus necesidades; luego de eso, se pone su ropa de trabajo que es: un jean azul que le queda pegado a su cuerpo (moldeando sus largas piernas y cintura) unas botas, su blusa de color blanco junto con su camisa de cuadros verdes, su cabello pelirrojo amarrado y su gorro gris para protegerse del sol. Aunque en la granja tiene sombreros para resguardase.

Su mejor amigo se la regaló como aniversario de su amistad hace 6 años.

Anastasia es una chica de 21 años con estatura de 1.67. No tiene padres, la única familia es su nana abuela, Amanda Rider y su mejor amigo, Oliver Wilson, un chico de 22 años. Hasta entonces, es la que trae el sustento a su humilde hogar. La señora está enferma y lo que gana es para su tratamiento (que, aunque es poco) ella hace lo posible para que el doctor de un hospital público de la ciudad, viaje hacia el pueblo y atienda a la mayor.

Muy alegre por hacerle una pequeña sorpresa a su nana, Anastasia corre hasta la cocina y comienza a elaborar el desayuno: pan tostado, café negro y huevos revueltos. Comenzó a buscar un sartén para preparar los huevos, pero el cantar del gallo asustó a la jardinera. El objeto que estaba en sus manos cayó al piso haciendo un escándalo y Amanda llega hacia el sitio, viendo a su hija, cocinando el desayuno, aunque la joven piensa que, por culpa del animal, despertó a su nana.

- ¡Gallo estúpido! - le gritó al animal que se encuentra cerca de la ventana en la cocina montada en una pequeña, pero resistente, rama.

- No hay derecho para ofender a popo de esa manera - la señora Amanda entra a la cocina sonriéndole a su nieta - ya deberías estar caminando hacia la hacienda de la realeza cariño.

Amanda Rider, una señora de unos 75 años que, debido a su enfermedad, su aspecto físico es demacrado. Sus ojeras son notables, está muy delgada, su cabello blanco ya corto por el cáncer, sus ojos de color negro que perdieron el brillo, aunque al contemplar a su nieta estos toman volumen y su bastón que la ayuda a caminar por la pequeña y acogedora casa de bambú.

Amanda apareció en la vida de Anastasia cuando esta apenas estaba recién nacida. La encontró tirada cerca del río más concurrido de la ciudad, llorando desesperadamente.

En aquel entonces, había un caos en toda Inglaterra; pero más en la localidad de Londres, debido a una guerra en contra de la realeza. Murieron casi la mitad de los habitantes del país. Entre esas personas; la Reina, Beatriz Smith de Brown, que murió, quedando el rey Guillermo solo sin su pareja de mandato. Amanda, al mirar a esa criatura, no dudó en llevarla con ella huyendo a donde viven actualmente y darle el amor y el cariño que necesitaba. Aunque fue un poco difícil; ya que tenía que trabajar, sin embargo, pudo sacar adelante a esa niña que hoy es una mujer muy adorable.

- Sí que la hay. Quería llevarte el desayuno a la cama y popo no me dejó - Anastasia se acerca a su abuela y la abraza - ¡Feliz cumpleaños!

Amanda sonríe tiernamente, al observar a su nieta ya hecha una mujer trabajadora, con 21 años y a veces parece de 10 o quizás menos. Cuando ella quiere realizar algo para sorprenderla, lo cumple. Aunque está vez, no puede permitir que cumpla su sorpresa, ya que tiene que irse a la granja a trabajar por qué si no la despiden.

La Dama y La Criada © [GL] (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora