Capítulo 29

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"Yo en verdad no entiendo que es lo que pasó, no comprendo como el impulso, las ganas y el enojo se juntaron al mismo tiempo, haciéndome cometer este acto tan prohibido para ambas... Pero aquí estaba, besando a la princesa, acariciando mis labios con los suyos por segunda vez y, esta vez, fui yo la atrevida".

"No entiendo mucho sobre esto, pero, recuerden que desconozco absolutamente todo, solo lo básico puede entender... Sin embargo, me siento como esas personas que un día dicen algo y al otro día es lo contrario".

"¿Cómo sería la palabra? Menciónenmela por favor, necesito saberla".

El beso comenzó a calentar ambos cuerpos; sentían como si un volcán hacia erupción dentro de ellas y más en Anastasia, que sentía algo en su interior removerse de una manera satisfactoria de la cual desconocía, un sentimiento nuevo que comienza alertarla, pero, aun así, no quiere detenerse.

Angie intenta seguir el beso que quema su interior de manera asombrosa y encantada de sentirlas, aunque su enojo seguía por las palabras dichas por Anastasia, tampoco iba a desaprovechar esta nueva oportunidad de probar sus labios y más cuando fue ella la que comenzó el beso. Era difícil que volviera a su suceder este mágico momento. Que equivocada estaba.

Los movimientos atrevidos de Anastasia la tienen tan desconcertada, asombrándola demasiado, y más aún, cuando la campesina la hizo retroceder hasta que su espalda chocó con un árbol y sus manos tomaron firmemente las caderas de la princesa.

El aire comenzó a fallar y Angie fue la primera en separarse quedando muy cerca y con sus ojos cerrados. No quería mirar otro rechazado por parte de la campesina. Ambas con la respiración irregular, con sus bocas entre abiertas y ese exquisito olor de frutas que desprende la de cabello color cobre, hace que la princesa se sienta bien, en paz consigo misma, sin ningún problema, sin la realidad que pronto caerá.

Tiene miedo de abrir los ojos y ver cómo ella corre dejándola de nuevo, con esa incertidumbre tan desagradable.

Sin embargo, para su sorpresa, la campesina tomo sus mejillas y juntó de nuevo sus labios con los de ella, besándola suavemente, sin ningún tipo de contacto con la lengua.

Un escalofrío recorre su cuerpo al sentir esas caricias de labios que le otorga la campesina, comienza a excitarla con locura, con muchas ansias de más, de mucho más. Sus manos temblorosas se elevan en busca de sentir la piel de la chica y con mucha timidez; su mano derecha comienza a abrir camino en la camisa de Anastasia, hasta tocar ese abdomen tan perfecto que hace tensar el cuerpo de la campesina por completo, la cual hizo que un pequeño gemido de placer, saliera de ella.

Sentía sus dedos quemar ante el contacto, estaba experimentando nuevas sensaciones de la cual nunca pensó que pasaría y está completamente feliz de contemplar como Anastasia le permite hacer eso.

"¿Qué cambió?".

No lo sabía; tampoco interrumpirá el beso para averiguarlo, tal vez lo haga más tarde, ahora su atención está en cómo se siente en este momento antes el contacto de esa chica.

La conexión de labios fue apartado, lo único que se escucha en este momento son las respiraciones de ambas, mezclado con mucho miedo e inseguridades, por ambas partes.

— Yo... — su mente está en blanco mientras mira al suelo como siempre lo hace. Su rostro está completamente rojo y su corazón late de manera rápida, que teme que sufra de un ataque cardíaco — Per...

— No lo digas... No te atrevas a mencionarlo — Anastasia hace contacto con los ojos de Angie dándose cuenta del hermoso brillo que acompaña en su iris, pero también el miedo en ellos, la cual hace que sus ojos comiencen a poner rojos.

La Dama y La Criada © [GL] (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora