Extra 1

4.5K 323 44
                                    

— Hermanita... Encontré esto — Dulce María, la hermana de Anastasia, se acerca a ella con una caja llena de manzanas — se están dañando...

En un centrado lugar en la ciudad de Londres; dónde hay un mercado popular, la cual puede encontrar mucha comida, un poco más económica que la que venden en los supermercados.

Aquel sitio cuenta con una larga calle donde varios negocios se encuentran ahí, para vender sus productos, bien sea carne, pescados, verduras, hortalizas, víveres, entre otros. Así como también hay sitios de tecnología en dónde la clase media lleva sus aparatos tecnológicos para repararlo, así como también hay puesto de madera para la reparación del hogar, bien sea la cama y algunas sillas.

El mercado vende muchas cosas que ayudan al pueblo y viceversa.

Aquel negocio es una unión de entre Emily, Megan y Anastasia.

Megan, tiene con que surtir el negocio de Anastasia. Ya hace varios años que su padre falleció debido a una enfermedad cardíaca y le dejó como herencia aquella granja que se encuentra a 3 horas de donde están.

Por otro lado, Emily atiende en conjunto con la pelirroja, ya que decidieron invertir el dinero ahorrado, uniéndolo y así la ganancia se parte por la mitad.

— Esto para mañana ya no sirve... Me choca cuando nadie compra y comienza a dañarse la fruta — cruzas sus brazos con su entrecejo fruncido observando aquellas manzanas traídas de la granja de Megan hace unos días.

— Hay que regalarla... — ella asiente con la cabeza — No podemos venderlas hoy y por el clima, tal parece que va a llover.

Le da la razón a su hermana de 22 años.

— Ya sé a dónde llevarla... Déjalas ahí, apenas recoja todas las llevo conmigo a alguien que si las necesitas y no dejará que se dañen.

El reloj marca las 3 de la tarde y aún la lluvia no se pronuncia y eso puede ser bueno, aunque le molesta, ya que tiene que estar preparada para recoger todo y así no se dañe nada.

— ¿Escuchaste las noticias esta mañana?

— ¿Qué noticia? — Anastasia está limpiando unas naranjas con su pañuelo tratando que se vea lo más reluciente y bonita para ser escogida por un cliente — al parecer tendremos la visita de rey Guillermo a la ciudad... Y con su hija en mano.

— ¿La princesa, Luz? — ella arruga el entrecejo al mirar como su hermana asiente con la cabeza — ¿Y dónde estaba yo cuando eso comenzó a rumorear?

— De seguro estabas en el planeta Angie...

*****************

— Te voy a hacer sincera, señorita Angie... — nuestra protagonista se encuentra ansiosa en una editorial en la gran ciudad, la cual había llevado su manuscrito a las oficinas de una gran oficina de lujo. — Está historia no tiene sentido... No va con nuestro plan de trabajo. Y creo que ya sabrás la respuesta a tu solicitud.

Aquella mujer de cabello negro y ojos marrones; vestida en un pulcro traje de color vino, observa aquel cuaderno que había que Angie había dejado a una de las asistentes de la editorial, hace dos meses, con el fin de cumplir su sueño y llevar aquel material a los lectores que desean leerla.

Aquella editorial trabaja con escritores muy importantes y recocidos. Sin duda sería un gran privilegio pertenecer a aquella organización, sin embargo, aquella mujer corta las alas de Angie, aquella que comenzaba despegar por los aires al sentir una pequeña chispa de esperanza.

Pero no.

— He perdido mi tiempo leyendo todo esto... Hay muchísimos errores en todo el sentido de la palabra... Tampoco trabajamos con libros de esta temática. No nos hagas perder el tiempo, niña, por favor — aquellas palabras lograr lastimarla, pero tiene tanta fuerza y costumbre que trata de no verse vulnerable ante una persona de nivel económico alto que desea y quiere humillarla — dedícate a otra cosa porque a la escritura no... Por favor retirarte.

La Dama y La Criada © [GL] (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora