Capítulo 57

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Cerca de la casa de Joa pasa una pequeña parte del río, produciendo aquel sonido que, aunque para algunos puede ser relajante, para otros puede ser lo más fastidioso que podrían escuchar. El sonido del agua, chocar con aquellas rocas.

Emily ha estado en ese lugar desde hace un buen rato, buscando un momento a solas debido a que Romina ha estado intentado todo lo posible para acercarse a ella, sin embargo, esta no se lo permite. Había comprobado que todo este lío entre ella y Anastasia fue lo mejor que pudo haber pasado.

Ella necesitaba desahogarse, necesitaba gritarle en la cara a ella, todo lo que había sucedido en el pasado. Necesitaba decirle el porqué de sus indiferencias y malos tratos y una vez frente a ella, verificó algo que, más allá del sorprenderla, le alegra muchísimo. Y es que aquel acercamiento con Anastasia; mientras le decía sus verdades, no le hizo sentir como anteriormente le hacía su presencia, ya no su pulso se acelera ante su figura y lo que sintió cuando se acercó a ella fue como un pequeño rencor, al saber que ella había estado odiándola durante todo este tiempo.

No podía estar más agradecida en haber encontrado este pequeño lugar; el convivir con estos seres sobrenaturales ha sido la mejor opción, sin embargo, hay un pensamiento que ronda su cabeza desde hace días y aunque sonó tan absurdo, en este momento no sería mala idea. Necesita ser libre.

Necesita comenzar desde cero. Estar a sola; el anhelo de tener una casa con un patio grande, para sembrar muchas cosas que le puedan servir para su propio alimento, un jardín lleno de flores, tal vez un perro, un gato, pero sin duda era el más grande sueño de Emily.

Irse lejos y aprovechar esta libertad.

— ¿Me vas a dejar? — la voz de Romina logra asustarla y con un pequeño pañuelo que tenía logró secar aquellas lágrimas esparcidas en sus mejillas — desde hace días te he notado un poco extraña... Luego entendí; gracias a mi intuición de que quieres y anhela la libertad. Con lo que dijiste en la cabaña donde estaba Anastasia me fue muy fácil deducir que deseas irte de aquí.

No deseaba incomodar su espacio personal, pero, su instinto y Venus, le indicó que estuviera cerca de ella. Que la protegiera muchísimo; que la abrazara y la consintiera de lo más lindo posible.

— Sí... Me quiero ir — no podía ya ocultar lo evidente y más sabiendo que lo aquellos lobos tienen dones para adivinar muchas cosas de los humanos y algunos seres iguales que ellos — es lo que más anhelo...

— ¿Por qué no me lo dijiste? — aquella pregunta hizo fruncir el entrecejo de Emily, la cual hizo que su rostro se elevará y enfocará su mirada en aquellos ojos extraños (como lo dice ella) observando cómo brillan a la luz de las fogatas que acompañan a aquellas cabañas del bosque de Joa.

Aquel sentimiento le hizo arruga su entrecejo, porque la misma sensación que tuvo con Anastasia durante estos tiempos atrás, ahora lo está sintiendo con Romina.

Aquella mirada está logrando desnudarla por completo; es como si aquellos ojos estuvieran escaneándolas y le indicará que no está sola, sin embargo, no podía evitar sentir miedo y algo de nervios, pero de algo si estás segura y es que aquel ojo color miel y azul, la hace sentir en su hogar.

— No sabes cómo me estoy controlando... No sabe las ganas que tengo de salir de este bosque e ir en busca de ese maldito. No tienes idea de las incontrolables ganas que tengo de acabar con todas aquellas personas que te hicieron daño y no sé si aquello será suficiente — los ojos de Emily comenzaron a derramar lágrimas y pudo observar a aquellos ojos de Romina un poco rojos.

Ella estaba a punto de llorar también.

— Es imposible enfrentarlo... Sería muy peligroso; si no tienes un buen plan, si no tienes una buena estrategia para enfrentarlo... No servirá de nada ir hasta el Palacio. Créeme que hasta yo misma he querido volver y enfrentarlo, pero sé que sería muy peligroso y precipitado de mi parte. Así que, por favor, déjalo así... Tarde o temprano el karma hará de las suyas.

La Dama y La Criada © [GL] (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora